Alex Ferguson es recordado, en el universo del fútbol, por considerarse como el mejor director técnico que ha tenido el Manchester United en su historia. Un hombre que llevó las riendas de ese club por más de dos décadas, ganando todo en su camino.
Lo que quizás pocos conocen es que Sir Ferguson tuvo un pasado bastante interesante desde su primera etapa como entrenador. Recorrió un camino largo y de muchas emociones antes de instalarse en el mítico Old Trafford.
Entrenó a un equipo que ni arquero tenía, otro que le quitó un título al Real Madrid y conquistó su país natal, e incluso comandó la Selección de Escocia en uno de los momentos más trágicos de su historia. Antes de ser un “Sir” tuvo un trayecto largo para ostentar ese título.
El inicio prometedor de Alex Ferguson
El primer equipo que dirigió fue el East Stirlingshire, a los pocos meses de haberse retirado como jugador en la temporada 1974/75, de la Segunda División Escocesa (tercera categoría). Con 32 años, estaba al frente de un conjunto que le pagaba 40 libras por semana y no tenía un arquero.
En su última campaña con los “red devils” recordó ese inicio en su carrera. Uno de los puntos que tocó, de forma irónica, fue su falta de elementos en el plantel:
“Recuerdo al antiguo presidente Willie Muirhead, era un gran fumador empedernido. Cuando le pedí una lista de jugadores, empezó a temblar. Su cigarrillo iba a 100 millas por hora. Tuve que recordárselo un par de días después. Me dio una lista de ocho jugadores y ningún portero. Dije ‘sabes que es aconsejable empezar con un portero, ¿lo sabes?’”.
A pesar de las adversidades, demostró su capacidad obteniendo nueve victorias en los 17 partidos que en los que estuvo. Además, uno de los delanteros de la “comarca”, Bobby McCulley, dio indicios de su fuerte personalidad en los vestuarios: “Nunca he tenido miedo de nadie, pero Ferguson era un bastardo terrorífico desde el principio”.
Los primeros logros
En octubre de ese mismo año, el Saint Mirren le tenía el ojo puesto por su prometedora calidad. Esta escuadra militaba en la misma categoría que East Stirlingshire, pero unos puestos más abajo. Su decisión de irse para allá se debió a que necesitaba “cambiar de aires”, según al consejo de su mentor Jock Stein.
Se encargó de cambiar los ánimos a The Saints. Eran apáticos y se encontraban detrás de muchos otros clubes; a “Fergie” no le importó y les habló de ser los terceros mejores de Escocia, cosa que siempre ha sido difícil de visualizar, pues los dos reyes son Celtic y Rangers. Los demás no daban mucha lucha.
Incluso, nombró como capitán a un joven de 20 años, Tony Fitzpatrick que después se convirtió en una leyenda para los escoceses. A esto se le añadió el fichaje de otros con edades similares; los veteranos abandonaron la plantilla.
Así lograron una hazaña impensada: situarse en el sexto lugar de la liga y ascender a la segunda división. Gracias a su actitud, estrategia y a su goleador con 14 dianas, Donny McDowall, pudo empezar a dejar su huella.
Primera conquista con Saint Mirren
Tras una temporada en media tabla, The Buddies alcanzaron otro objetivo memorable. Empezaron siendo feroces, todo gracias a Alex Ferguson, que los hacía ver “invencibles”, según varios futbolistas del plantel.
El éxito que estaba consiguiendo llevó a que la población de Paisley inundara el St. Mirren Park. Con el coraje en el alma, acompañado de una afición fiel, capitalizó goleadas y partidos que nunca olvidará, como el 4 a 1 frente Dundee United, por la copa nacional.
La conmoción de sus actuaciones se estableció a tal punto que, fueron apodados “Fergie’s Furies”. Con un promedio de 20 años de un plantel naciente, se llevaron a sus laureles la Primera División. Su cupo a la máxima categoría de Escocia lo catapultaron como uno de los mejores entrenadores del momento.
Lamentablemente, no tuvo éxitos en el año siguiente y “The Caruchaints” se salvaron del descenso por seis puntos. Lo despidieron y se fue por la puerta de atrás.
Nuevo comienzo
Al mes de su salida, fue contratado por el Aberdeen de la Premier División. Hizo una excelente temporada y terminó de cuarto lugar, además de pelear su primera final de Copa de la Liga de Escocia.
En la 1979-80 realizó otro trabajo invaluable. En apenas su sexto año de gestión, The Dons se empezaron a convertir en un equipo temido por los demás; marcaban pauta en todos los enfrentamientos.
Llegó el sueño de Alex Ferguson, algo que tenía en mente desde que empezó a dirigir: le quitó el sabor a gloria a Rangers y Celtic, tras 15 años de su dominio. Conquistó la Premier División con su ferocidad característica. Por fin podía dormir en las noches sabiendo que ese sueño se volvió realidad.
En la 1981-82 venció a todos sus rivales en la Copa de Escocia e hizo que obtuvieran este trofeo por primera vez desde 1970. Asimismo, llegó a los cuartos de final de la Copa de la UEFA.
El camino de la gloria
A partir de la 1982-83, todo fue sabor a gloria para el Aberdeen de Ferguson. En formato de Recopa de Europa, venció a todos sus contrincantes; se vio las caras en cuartos de final con el Bayern de Múnich, empatando a cero en la ida, pero en la vuelta los derrotaron 3-2. Cabe destacar que, en casi todos los juegos encajaban mínimo tres tantos.
En la final del torneo europeo, tuvieron el duelo contra nada más y nada menos que, el Real Madrid. Fue un partido que quedó en la memoria de los “dandies”. Empezaron con la diana de John Black en el minuto 7’, después los merengues empataron en el 14’.
Ya en el suplementario, John Hewitt le otorgó otra hazaña a Fergie; era la primera vez que se coronaban con la Recopa. También ganaron la Copa de Escocia.
En el año siguiente, dominaron su liga y la copa, para así conseguir el doblete. Por si fuera poco, vencieron al Hamburgo y alcanzaron la Supercopa UEFA. Eran imponentes para cualquier equipo del mundo.
Siguió ganando todo: Premier División, Copa de la Liga de Escocia y Copa de Escocia. Solo se le podía describir con tres palabras: máquina de títulos. Nadie tenía dudas de su calidad como comandante de “the Sheep”.
La historia trágica con la Selección de Escocia
Alex Ferguson, por sus logros, tuvo la oportunidad de unirse con su mentor Jock Stein en la Selección de Escocia, como asistente técnico. Estos estaban rumbo al Mundial de México de 1986.
Es importante recordar que Stein era una leyenda en las Islas Británicas. Con el Celtic se tituló vencedor de la Copa de Europa de 1967 y había llevado a The Tartan Army a la Copa del Mundo de 1982.
En el último encuentro de la ronda clasificatoria, debían empatar con Gales para conseguir su “medio cupo” a México (el que salía victorioso iba a repechaje). Entre estos dos, existía una rivalidad marcada por ser ambas naciones británicas.
Los “dragones” abrieron el marcador y la cosa se ponía difícil. Los escoceses con garra y esperanza implantaron la paridad, para sorpresa de todos, a 10 minutos de acabarse el duelo. Hubo fiesta y celebración que se acabó al poco tiempo, porque Jock Stein sufrió un ataque cardíaco al que no sobrevivió.
Alex Ferguson: de un «fracaso» a la élite
Tras el impacto de este acontecimiento, colocó a Ferguson al frente de la selección en la eliminatoria ante Australia por el repechaje. Vencieron con un 2 a 0 en Glasgow y ahora sí poseían el boleto en la mano para México.
Ya situados en la Copa del Mundo, decepcionaron tras perder frente a Dinamarca 1-0. Luego fue con Alemania 2-1. Finalmente, empataron con una Uruguay apática a comparación de muchas que se han visto.
Se fue sin pena ni gloria de su selección, con un balance de 10 partidos: tres ganados, tres perdidos y cuatro empatados. Sin un destino cierto, el Manchester United se acercó a él, para remplazar a Ron Atkinson, como director técnico. Aceptó el puesto y lo demás es historia.
“Sir” Alex dejó una huella en su país como uno de los mejores entrenadores que han visto a nivel de clubes. Tuvo una gran cantidad de hazañas que serán recordadas. Con altibajos y momentos épicos, antes de ser un “red devil”, fue una leyenda escocesa.
Escrito por: Ulises Guevara / @Ulises_Guevara4.
Fotos: UEFA.com y Prensa Manchester United.