Nick Castellanos estuvo uniformado con los Tigres para presenciar 107 de los 502 cuadrangulares que tenía Miguel Cabrera en su carrera hasta la jornada del sábado. El ahora slugger de los Rojos ascendió a las Grandes Ligas en la recta final de la temporada 2013, cuando el venezolano estaba por completar su segunda zafra corrida como Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Desde entonces, ambos paleadores compartieron clubhouse por los siguientes cinco años y medio, hasta que Castellanos fue cambiado a los Cachorros el 31 de julio de 2019.
Ese lapso fue más que suficiente para formar un lazo de amistad que se mantiene intacto hasta la fecha, por lo que el toletero nacido en Florida no ha dejado de seguir los pasos de un Cabrera que recientemente se convirtió en apenas el vigésimo octavo bateador en la historia de las mayores con 500 cuadrangulares.
«Estuve al pendiente de todo eso», le admitió Castellanos a MLB.com. «Es historia y Miggy es uno de mis compañeros de equipo favoritos de todos los tiempos«.
Un nuevo ejemplo:
Durante todo su tiempo juntos en Detroit, el All-Star en 2021 vio al maracayero jugar a un alto nivel incluso con problemas físicos. Y esa es una de las tantas razones por las que se llenó de orgullo al observar desde la distancia, cómo el Comerica Park estuvo repleto en cada compromiso desde que Cabrera desapareció el bambinazo número 499 el 11 de agosto en Baltimore.
Además de lo memorable que resulta un estadio repleto, el recorrido final del dos veces MVP y su impacto en la fanaticada de Detroit sirvió como una prueba adicional para Castellanos de que lo más importante en el beisbol siguen siendo los jugadores.
«Eso debería demostrarle a la liga cuán importantes son los peloteros para este juego», indicó el cañonero de Cincinnati. «Debe probar que no puedes vivir y morir por fórmulas analíticas y esperar que una ciudad o que su gente se identifique con eso. Si hay algo que dejó claro el camino de Miggy hacia los 500 jonrones es que los peloteros son importantes para el beisbol. Son los que llenan los estadios«, añadió.
Castellanos está en medio de su mejor contienda en las mayores, gracias a una robusta línea ofensiva de .320/.376/.577, con 33 dobles, un triple, 26 vuelacercas, 78 remolcadas y un OPS de .953 tras 114 juegos disputados.
Por su parte, luego de conseguir las cinco centenas de cuadrangulares, Cabrera sigue su marcha rumbo al siguiente gran objetivo: unirse al club de los 3.000 imparables. El 11 veces All-Star cerró la faena sabatina con 2.964 hits y además se encuentra a solo ocho dobles de alcanzar los 600 de por vida en el máximo escenario.
En general, el cuatro veces campeón bate conecta para .248/.317/.390 en 109 duelos del vigente torneo, en los que también acumula 11 conexiones de dos bases, 15 jonrones y .707 puntos de OPS.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.
