El cubanoamericano Luis González es el protagonista de uno de los hits más icónicos en la historia de las Series Mundiales.
Con las bases llenas en el cierre del noveno, ante el ahora miembro del Salón de la Fama, Mariano Rivera, González dejó caer una granada detrás de los infielders de los Yankees para darle a los Diamondbacks de Arizona el primer título en su historia.
Tan solo tres años después de ser fundados, los Diamondbacks ganaron uno de los clásicos de octubre más recordados por muchos.
El momento que se vivía en los Estados Unidos luego de los atentados del 11 de septiembre, los Yankees de Nueva York como protagonistas principales, actuaciones legendarias de figuras como Derek Jeter, Randy Johnson y Curt Schilling… y ese hit de González, en apenas uno de los cuatro juegos salvados desperdiciados por el cerrador panameño en su carrera en la postemporada, en el noveno inning de un juego 7.
Es imposible pedirle mucho más a una serie de este tipo.
Luis González y su pasantía por Venezuela
Antes de convertirse en el héroe de toda Arizona y los muchos antiyankee que hay en la fanaticada del beisbol, González tuvo un paso por Venezuela, con los Navegantes del Magallanes, en la temporada 1992-1993.
El jardinero dejó promedio de .293, con dos jonrones, cinco triples y 16 dobles en 59 juegos de temporada regular, según datos de de Pelota Binaria.
Además impulsó 31 y anotó 37.
Luego, en esa postemporada, consiguió 15 hits en 50 turnos (.300 de promedio), con seis anotadas y cuatro impulsadas, y llegó con la nave turca hasta la final contra las Águilas del Zulia, en la que fueron barridos.
El cubanoamericano regresó a nuestro país nuevamente y tuvo otra pasantía con el Magallanes, pero esta vez solamente en el round robin de la 94-95, en el que bateó .353, con 3 anotadas y nueve impulsadas en 13 compromisos.
Antes del juego 3 de la Serie Mundial entre los Rangers y los Diamondbacks, pudimos conversar un par de minutos con él y nos comentó lo feliz que estaba por la cantidad de gente que había. «Un saludo a todos mis amigos en Venezuela. Valencia, donde yo estuve jugando. Yo era un magallanero algún tiempo. Muy feliz por el catcher de nosotros, que es venezolano. Tremendo jugador para nosotros, y estamos esperando muchas cosas grandes,» dijo González en alusión a Gabriel Moreno.
Jugar un Caracas – Magallanes y jugar en una Serie Mundial pueden llegar a ser comparables. De hecho, lo conversamos con Tommy Pham antes del encuentro, y puso al ambiente de los eternos rivales por encima del de la Serie Mundial.
Gonzalez nos dijo algo similar. «Bueno, los fanáticos. El amor y la pasión que tienen en Venezuela es muy diferente de lo que se vive jugando en una Serie Mundial. Creo que eso me preparó para cuando yo estaba jugando la Serie Mundial aquí. Ellos (los fanáticos), tienen una pasión por los juegos ahí. Cuando tú juegas con Caracas, o Magallanes, o cualquier equipo, ellos quieren que tú ganes.»
El ambiente en Arlington y en Phoenix ha sido espectacular, con llenos totales, incluyendo el de la noche del lunes en Chase Field, con más de 48 mil aficionados, pero al parecer, y según lo cuentan los protagonistas en el terreno, nada como nuestros Caracas – Magallanes.
La Serie Mundial desde afuera
Muchos peloteros dicen que sufren más cuando ya no están en el terreno de juego y pueden hacer algo por su equipo.
Luis González lo vive de otra manera.
«Ahora es muy diferente. No hay presión. Ahora puedo estar feliz caminando por aquí. Estoy muy feliz por los jugadores de nosotros. Son jovencitos. Hay muchos jugadores que han jugado muchos años que no tienen la oportunidad de jugar en una Serie Mundial, y estos jugadores en su primer o segundo año, y ya están jugando aquí,» dijo el histórico jardinero quien recibió en lanzamiento ceremonial de Randy Johnson antes del juego 3.
Uno de esos peloteros jóvenes que mencionó Luis González es el venezolano Gabriel Moreno, quien atendió a los medios de comunicación horas antes del encuentro, y quien narró unas curiosas anécdotas con los videojuegos.
Vean lo más destacado de su rueda de prensa:
Por Alejandro Villegas | @Alejandrovg32
Fotos: Alejandro Villegas
