El Preolímpico de fútbol masculino llega a su fin este domingo 11 de febrero. Venezuela, anfitriona del torneo clasificatorio por primera vez en su historia, enfrenta a Paraguay (7:30 pm), tras el Brasil-Argentina (4.30), en una última jornada (estadio Brígido Iriarte/Caracas) que promete emociones.
Los cuatro seleccionados acuden al cierre de la fase final con posibilidades matemáticas. Paraguay lidera con cuatro puntos, seguida de Brasil (suma tres), Argentina (dos) y Venezuela (uno).
Pese a ser colista, la Vinotinto sub23 entra a la definición con amplias posibilidades de llevarse uno de los dos boletos en disputa para los venideros Juegos Olímpicos. El reciente revés ante la canarinha, que llegó tras una sobria presentación en la que hizo todos los méritos para ganar y terminó castigada por un descuido defensivo en la recta final del compromiso, no minimizó su chance.
Venezuela depende de sí misma
¿Qué resultado necesita Venezuela para hacerse con el billete olímpico? Pues, sencillo: ganarle a Paraguay. Un triunfo le permitirá a la Vinotinto igualar en puntos al combinado guaraní y prevalecerá en el criterio de desempate por imponerse en el enfrentamiento directo.
La oncena nacional, que dirige el argentino Ricardo Valiño, jugará a segunda hora, ya con conocimiento del marcador en el clásico sudamericano entre brasileños y argentinos.
Si hay un empate entre la Verdeamarelha y la Albiceleste, Venezuela, venciendo a Paraguay, también clasifica, porque saldrá favorecida en el triple empate con paraguayos y brasileños por diferencia de goles.
Venezuela acumula solo una participación en el balompié masculino de unos Juegos Olímpicos. Ocurrió en Moscú 1980. Entró como invitado a último momento, después que Argentina y Perú, que habían clasificado, renunciaron a su participación por razones políticas, en tiempos de ‘guerra fría’.
Hoy Venezuela tiene la oportunidad de clasificar al certamen olímpico por méritos propios, gracias a una generación de oro, comandada por David Martínez y Telasco Segovia, que dejó atrás el miedo a los llamados gigantes de Sudamérica, le juega de tú a tú y está a punto de dejar a alguno de ellos fuera de la máxima competición del deporte mundial.
Domingo de hacer historia. A llenar el Brígido Iriarte.
Por Carlos José Méndez
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