El baloncesto venezolano ha gozado de buenos resultados a nivel de selecciones y clubes, aunque la situación directiva ha opacado estos logros. Sin una liga profesional a la vista y a la deriva en las categorÃas menores.
En 2010, la selección nacional de baloncesto partió a Neiva, Colombia para disputar el Campeonato Sudamericano, y pese a que comenzó con un auspicioso triunfo contra Argentina, cayó derrotada ante el combinado local en una de las peores derrotas que ha sufrido un quinteto nacional adulto.
Casi 10 años después Venezuela se coronó campeón en dos de los tres siguientes campeonatos de la región, ambos en condición de local, algo que no sucedÃa desde 1991. Además de alzarse con el triunfo del PreolÃmpico 2015 que dio el pase a RÃo de Janeiro 2016, y acudir al último Mundial en China, luego de no poder hacerlo en 2010 y 2014.
Decepción en casa y gloria posterior
Precisamente la no clasificación a España 2014 fue una de las decepciones que sufrió el elenco criollo, debido a que el torneo se desarrolló en el Poliedro de Caracas y los dirigidos en ese entonces por Néstor ‘’Che GarcÃa’’, vieron como Puerto Rico remontaba una diferencia de 17 puntos.
Este trago amargo sirvió de aliciente para conseguir los venideros objetivos de cara a RÃo 2016 y China 2019, siendo la primera vez que un plantel vinotinto logra acceder a la segunda ronda del evento basquetbolÃstico más importante del planeta, dejando fuera de la competición al dueño de casa.
Lo que comenzó con una pésima experiencia en Neiva, se transformó una transformación que inició en el PreolÃmpico de 2011 en Mar Del Plata, con el estadounidense Eric Musselman en el rol de director técnico, puesto que él le dio la confianza a jóvenes como Néstor Colmenares, David Cubillán, Windi Graterol, Heissler Guillent, Dwight Lewis y Gregory Echenique.
Néstor GarcÃa tomó el testigo de esa generación de jugadores y los llevó a situarse en lo más alto de la región, pese a que su ciclo se vio terminado en 2017 luego de no pasar la primera ronda en la Americup.
Ese año asumió su compatriota, el argentino Fernando Duró, quien consiguió la meta de sellar el boleto a la Copa del Mundo, tras consagrar una casi perfecta eliminatoria, con victorias en casa frente a potencias regionales como Canadá, Brasil y República Dominicana.
Entre 2014 y 2019 se podrÃa definir como el periodo más exitoso de un seleccionado venezolano alguno. En ese tramo, el representativo de baloncesto obtuvo dos Campeonatos Sudamericanos, un FIBA Américas, una clasificación olÃmpica y otra a un Mundial.
Relevo complicado para el baloncesto venezolano
La mayorÃa de los jugadores que integran a la selección venezolana rebasan la treintena en cuanto a edad y el Repechaje OlÃmpico rumbo a Tokio 2020 podrÃa ser su última oportunidad para vestir la camiseta vinotinto. Sin embargo, salvo Michael Carrera, Miguel Ruiz y Gregory Echenique no parece haber un relevo inmediato para la generación que se va.
En toda la década ninguna delegación criolla pudo jugar un FIBA Américas U18 y en apenas dos ocasiones se avanzó en la categorÃa U16. Pero nunca se estuvo cerca de participar en un Mundial juvenil.
Además de no trascender en el Sudamericano U21 que se disputó en Colombia, donde Venezuela finalizó quinto, pese a contar con jugadores como Garly Sojo y José Bracho.
El poco fogueo que reciben durante su etapa formativa, aunada a la incertidumbre en cuanto a la disputa de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB), convierte la tarea de buscar jugadores en una odisea.
Sólo Luis Hurtado y Carlos Páez, hacen vida en la primera división de circuito universitario de los Estados Unidos (NCAA). Otros militan en torneos formativos de España, Italia y Argentina, con pocas oportunidades de entablar lazos para representar a su nación de origen.
Texto: Alejandro Jesús Fernández / @AlejoFer1398
Foto: FIBA Américas