Kellymar Ramírez pudo volver al baloncesto y de forma estelar en California. Tras un par de cambios en los últimos años luego de graduarse en Junior College (Panola) y sufrir la pandemia como muchos atletas, debutó el 15 de enero con su nueva casa de estudios, Antelope Valley, siendo de las figuras del equipo.
Sobre su regreso a las canchas, su forma de jugar y más detalles de su situación en Estados Unidos conversó con Sports Venezuela.
Segundo cambio tras graduarse en Panola
«Soy una persona que no le tiene miedo a los cambios. De la mano de dios para adelante. Cuando no estás en tu país sí pega un poco», asegura, quien luego de culiminar en Panola, lugar en el que compartió vestuario con Odeth Betancourt, recibió una beca para desempeñarse en la segunda división de la NCAA, pero tuvo que buscar otros horizontes ya que el programa de New York Yech suspendió las actividades deportivas por dos años a razón de la pandemia. Algo que no podía permitirse en su desarrollo.
No era fácil encontrar un sitio con la realidad y las múltiples suspensiones o hasta cancelaciones de las distintas universidades. Sin embargo, por medio de un contacto recaló en Central Methodist (NAIA) en enero de 2021. Allí terminó la 20/21 llegando a aportar 18 y 11 puntos en sus mejores jornadas ofensivas.
Sin embargo, de cara a la 21/22 decidió mudarse nuevamente por decisiones personales. Y comenzó otra búsqueda de ofertas que tardaron en llegar, e incluso le hicieron considerar tomar vuelo a su casa, cosa que no sucedió al presentársele 3 oportunidades y finalmente optar por ir a California.
Aterrizó en diciembre de 2021 y se estrenó el 15 de enero por la victoria de las Pioneras 63-62 sobre Simpson University. Aportó 18 puntos con 10 rebotes en el primer duelo de conferencia del año: «Estaba ansiosa. Los entrenadores me decían que me relajara. Me siento bien aquí».
Dos días más tarde le tocó saltar a la pista superando sus cifras individuales (20+15), cayendo 51-92 frente a la Universidad de California-Merced.
«El segundo juego estuvimos mal. Somos 3 que vamos llegando de refuerzo y no tenemos esa conexión en la cancha aún. Hay mucho talento en el equipo. Yo creo que podemos tener la oportunidad de ganar la conferencia e ir al nacional. Si trabajamos el unir las piezas podemos ganarla», comentó del choque de este lunes.
Kellymar Ramírez sigue trabajando en su juego exterior
Su 1:80 de estatura le ha obligado a abrir su abanico de recursos y ocupar posiciones en la duela diferentes a las de sus comienzos en el deporte, tanto en Norteamérica como cuando se vistió de vinotinto en categorías juveniles:
«En Venezuela jugaba 4 o 5, pero con la selección me expandí y empecé a jugar 2 y 3. Me gusta mucho el contacto, si midiera 6´1 (185cm) sería feliz, pero he entendido que soy pequeña y que para formar parte de la selección de mayores en el futuro tengo que jugar afuera. Lo que más me gusta es la media distancia. He trabajado más la larga y el coach me ha dado confianza para que lance».
Por otra parte, 3 años después pudo visitar Caracas en el verano anterior por 3 semanas, pasando tiempo con su familia, hija del ex-jugador profesional Kervin Ramírez (Cocodrilos, Guaros, Toros y otros), hermana de Rasheed (Bucaneros), quien a su vez es ahijado de Carl Herrera. Ella también le dice padrino por cariño al referente ex-NBA. Así que el básquet ha estado cerca desde su niñez.
Al lado de la pelota puede figurar un micrófono entre sus intereses, pues estudia Comunicaciones y al principio de la cuarentena realizó varias entrevistas a través de sus redes con Heissler Guillent, Gregory Echenique, Oscar Torres y otras personalidades.
Lo que viene para Kellymar Ramírez en California
Le queda este y otro año más para continuar evolucionando como jugadora en Antelope. El calendario de la California Pacific Conference apenas empieza. Once compromisos le deparan para que el equipo engrane esas piezas y cosechen triunfos que las acerquen a disputar el Torneo Nacional de la NAIA.
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: Cortesía