Regreso a la NBA y a la cima del mundo, por Michael Jordan

«The Last Dance«, definitivamente, no deja de maravillarnos. Esta semana repasamos una etapa delicada de la carrera como deportista de Michael Jordan: su primer retiro, el béisbol, y su regreso al baloncesto.

«Mike» dejó el deporte de las alturas por casi dos años, pero cuando regresó, lo hizo decidido a no conformarse con menos de lo que era suyo cuando se fue: la gloria. No obstante, primero se llevó un golpe de realidad que a la postre sirvió de motivación para volver a la cima.

Michael Jordan: «I’m back»

Según relata B.J. Armstrong, base de Chicago Bulls para la época, todo comenzó cuando recibió un mensaje de Michael Jordan, quien lo invitó a desayunar.

Entre bromas, y comentarios propios de la camaradería entre ambos, Jordan terminó en un entrenamiento del equipo. Después otro entrenamiento… Y otro.

Finalmente, «Su Majestad» tomó la decisión que toda la ciudad esperaba que tomase: su regreso al baloncesto. Lo hizo el 18 de marzo de 1995, en un comunicado en el que solo rezaba «I’m back» (estoy de vuelta).

Golpe de realidad

«MJ» jugó los últimos 17 partidos de la temporada regular 1994-1995, en los que promedió 26.9 puntos y 41% de acierto en tiros de campo. El récord de Chicago no fue nada bueno en comparación a años anteriores (47-35). Terminaron quintos en la Conferencia del Este.

Se enfrentaron a los Charlotte Hornets en la primera ronda de los Playoffs. Sin complicarse, los astados se impusieron 3-1.

A pesar de ello, era notorio que la condición física de Jordan no era la misma de sus años pre-retiro. Y era lo lógico, después de intentar adaptar su cuerpo al béisbol, volvió súbitamente al baloncesto con poca preparación. El talento siempre iba a estar, pero no siempre bastaría con ello.

En las Semifinales de la Conferencia Este se vieron las caras con el Orlando Magic de un joven Shaquille O’ Neal, líder en puntos por juego de la temporada 94-95 (29.3).

Orlando ostentaba el mejor récord del Este (57-25). Pero además contaban con un «arma X»: Horace Grant, parte del equipo que ganó el primer «three-peat» de Chicago.

Casualmente en el verano previo a dicha temporada, el «General» Grant había decidido firmar por el Magic. Él conocía muy bien a parte del equipo al que estaba por enfrentar.

El «humano» Michael Jordan

Michael Jordan, quien regresó usando el dorsal «45», volvió al mítico «23» tras caer en el primer partido de la serie. Nick Anderson, escolta del Magic, acotó tras aquel encuentro que «el Jordan con el 45 no es el mismo del 23».

Así, tras anotar 19 puntos en el juego 1, Jordan silenció a Orlando con 38 puntos en el juego 2. Pero al final, el cansancio hizo mella en él. Los Bulls perderían la serie 4-2.

«Mike» en teoría no desentonó, pues promedió 31.0 puntos en la serie, pero se convirtió en humano y perdió dos balones claves -de forma inusual- sobre el cierre del juego 6, que acabó con el pase del Orlando Magic a la Final de la Conferencia.

El regreso: récord y cuarto anillo

Luego de la caída en los Playoffs de 1995, Michael Jordan no estaba dispuesto a permitir otra eliminación. No se tomó un descanso. Al día siguiente de la derrota en el juego 6 contra Orlando, siguió trabajando con su entrenador personal.

Para la temporada 1995-1996, Dennis Rodman llegó a Chicago, proveniente de San Antonio. Completó el tridente junto a Jordan y Pippen. Y sus acompañantes eran de lujo: Toni Kukoc, Steve Kerr, Ron Harper, Luc Longley y Bill Wennington. La orquesta seguía a cargo del gran Phil Jackson.

Un Michael Jordan motivado por quitarse la «espinita» de Orlando, y rodeado como nunca, daría como resultado que los Bulls lograran el récord de más ganados en la ronda regular en la historia de la liga, con 72 victorias.

Eventualmente los Golden State Warriors de Stephen Curry romperían este récord en la 2015-2016 (73-9). ¿La gran diferencia? Los Chicago Bulls de Jordan y compañía sí se coronaron.

Ellos -los Bulls- sabían muy bien que debían ganar el título, y así lo hicieron notar en su lema para los Playoffs: «Don’t mean a thing without the ring» («No significa nada sin el anillo»).

Barrieron a Miami (3-0) y apenas flaquearon en un encuentro ante los Knicks (4-1). La revancha ante Orlando la obtuvieron y no la desaprovecharon: barrida contundente.

La historia del retorno culminó con un 4-2 a los Supersónicos de Seattle en un día muy especial y emotivo para «Mike«: el día del padre.

Michael Jordan le dedicó el cuarto título y su regreso a la cima a James Jordan, su padre, el mejor amigo que pudo tener. Fue el motor que inició otra etapa tan dominante como histórica en el mejor baloncesto del mundo, cortesía de «Su Majestad«.

Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF
Fotos: Ballislife, NBA, Wages of Wins Journal, Orlando Sentinel, Chicago Bulls.
Fuentes: Documental «The Last Dance«, Basketball Reference.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba