Este miércoles dará inicio la final de la Superliga de Baloncesto (SLB). Spartans Distrito Capital parte como favorito, y no es para menos, su récord de 15-1 los respalda. Los fallos son mínimos, mientras que su carácter se nota a kilómetros de distancia. Es la primera experiencia de Pablo Favarel como entrenador, aunque no lo parezca. Solo su energía al borde del tabloncillo lo delata. Uno tras otro, los aciertos en la oficina han sido traducidos en victorias. Solo les falta dar el último paso.
Spartans: muy bien armado
La gerencia espartana ha puesto a disposición de Favarel a un grupo muy talentoso, cuyas principales figuras son del conocimiento del coach, quien también funge como asistente de Fernando Duró en la selección nacional de Venezuela. Pedro Chourio, Windi Graterol, Yohanner Sifontes y Ernesto Hernández en principio, y luego José Ascanio como refuerzo, no son caras nuevas para el argentino. Él los ha visto trabajar de cerca y viceversa.
Así, Spartans inició el torneo con un gran ventaja con respecto a la mayoría de sus rivales, que necesitaron de más tiempo para poder encontrarse verdaderamente en cancha. Favarel no solo sabía con quiénes iba a contar, sino también cuáles eran los puntos fuertes y cómo podía potenciar a cada de uno de sus dirigidos.
Además, aquellos que no habían trabajado con el entrenador, sí habían dado muestras de su valía en los tabloncillos venezolanos. Lenín López, Nelson Palacios y José Rodríguez fueron claves en Cocodrilos de Caracas. Y, siendo muy obvios, se conocen más que bien.
Gran parte de la tarea fue adelantada en las oficinas. Confeccionar a un equipo tan capaz, con química y en poco tiempo no era sencillo. Spartans lo logró.
La huella de Pablo Favarel
Defensa y mucha energía. Para aquel que está afuera, dichas virtudes son las más apreciables a simple vista, la principal huella que Pablo Favarel está dejando en su debut en los banquillos. Cuando Spartans defiende bien, ataca mejor. Está muy ligado a saber trasladar la buena sensación que deja en los jugadores una parada defensiva.
En postemporada hemos visto al Favarel más enérgico, con más garra, moviéndose de lado a lado, pero sin dejar de descuidar el apartado táctico. Es muy típico de un argentino, que sabe competir y vive cada encuentro como si se tratara del último. Aquel que no lo conoce y lo ve, podría identificarlo de inmediato. En su caso, también es el único indicativo de que está debutando como entrenador en jefe. El detalle que lo «delata».
Justamente ese detalle ha servido para potenciar a un equipo armado para ganar cada partido. Talento, conocimiento y… sí, carácter. La energía es parte de una identidad muy definida. Sale a flote cuando más se necesita, en Playoffs. Quizás antes no fue tan necesaria, pero cuando el reto ha sido mayor, la energía ha sido el plus que ha mantenido al equipo, incluso cuando no se ha visto tan efectivo en cancha.
En una entrevista para La Caimanera Podcast, Pedro Chourio habló acerca de las diferencias entre el Favarel asistente y el Favarel entrenador: prácticamente ninguna, más allá del cargo. Es un cumplido tremendo, nos dice indirectamente que el coach argentino arribó con un estilo ya definido -que en cancha hemos notado- y que estaba más que listo para el reto.
Estas palabras han sido legitimadas por entrenadores de mayor recorrido, como Nicolás Casalángida. No es casualidad que Spartans esté en la final. Han hecho prácticamente todo bien, cuidando cada detalle. El premio mayor está a la vista.
Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF.
Foto: Superliga de Baloncesto.