En 2003, Alex González vivió uno de sus mejores momentos en el béisbol profesional al formar parte de un Marlins de Florida que se proclamó monarca de la Serie Mundial. En ese Clásico de Otoño, en el que los peces se impusieron 4 a 2 sobre Yanquis de Nueva York en seis encuentros, González conectó un jonrón importante y por eso lo recuerda hasta hoy.
En el cuarto desafÃo del Derbi de Octubre, disputado en el Pro Player Stadium de Miami, González empalmó un cuadrangular solitario contra Jeff Weaver para que los peces dejaran en el terreno 4 a 3 a los mulos en 12 entradas.
El estacazo no sólo igualó 2 a 2 el cruce por el cetro de las Grandes Ligas, sino también le dio el impulso anÃmico necesario a Florida para ganar los dos duelos siguientes y lograr la segunda y última corona de una franquicia que en la actualidad es conocida como Marlins de Miami.
Alex González se emociona al recordar su vuelacercas
Antes de enfrentar a Weaver, González, antiguo campocorto que gozó de buena reputación como defensor durante su carrera de 16 torneos en la Major League Baseball (MLB), sólo tenÃa un hit disparado en 13 turnos consumidos en la batalla por el campeonato. Por eso, rememoró que al pararse en el plato, su principal intención era la de embasarse.
“En el duodécimo inning, tenÃa la mentalidad de que querÃa que embasarmeâ€, dijo González a Joe Frisaro, periodista de MLB.com. “No sabÃa cómo, pero tenÃa que embasarme. TenÃa que dar un hit, conseguir un un boleto o lo que fuera. Estaba batallando en ese turno al bate y me estaba enfrentando a uno de los mejores relevistas, Jeff Weaver. Él tenÃa un buen slider y un buen sinkerâ€.
Sin pensar que esa noche del 22 de octubre de 2003 se convertirÃa en héroe, González pescó un pitcheo de Weaver para depositarlo detrás de la cerca del jardÃn izquierdo. La pelota, apenas, pasó por encima de la pared y representó un momento emotivo no sólo para el venezolano, sino también para las 65.934 personas que presenciaron el cotejo en la antigua casa de Marlins.
“Finalmente, me llegó un pitcheo al que pude darle y conecté un cuadrangularâ€, agregó González, de 45 años que por aquel entonces tenÃa 26 primaveras.
El extorpedero integró una terna criolla de Marlins
González integró una terna criolla que se consagró con Marlins. El lote nativo lo completaron Miguel Cabrera (infielder y jardinero) y Ugueth Urbina (relevista).
Todos los efectivos vinotinto estuvieron bajo las órdenes de Jack McKeon, un mánager que mantuvo a González como su torpedero titular pese a que antes de aquel cuarto tope de Serie Mundial, este último promediaba un anémico .111 en postemporada, pues sumaba cinco incogibles en 45 chances.
McKeon aseveró que jamás perdió la fe en González, porque su valor iba más allá de las funciones asignadas con el madero. Lo catalogó de maestro defensivo y lÃder.
“Uno no se preocupaba por su bateoâ€, admitió McKeon a LasMayores.com. “Estaba entre los mejores en cuanto a defensa se refiere. Era un jugador defensivo increÃble y daba la impresión de aportar batazos claves de vez en cuandoâ€.
McKeon no se equivocó y por eso González respondió con uno de los bambinazos más memorables en la historia de la MLB.
Escrito Por: Joseph Ñambre | @JosephSports27
Foto: MLB