Aníbal Sánchez aspira a ser candidato a un premio Cy Young

La carrera de Aníbal Sánchez en el béisbol de las Grandes Ligas se podría dividir hasta en tres etapas.

Una primera que empezó con los Marlins, de Florida para ese entonces, y los primeros años con el uniforme de los Tigres de Detroit (2006-2014). Sobresalió tanto, que se convirtió por un pasaje en uno de los serpentineros más dominantes del circuito. De hecho, contabilizó un no hit no run durante ese periodo.

Otra segunda fase no tan fructífera, también con el uniforme tigrero entre las zafras 2015-2017. Las lesiones lo azotaron duramente, lo que causó que su rendimiento se viniera a pique y en Detroit terminaran dejándolo ir, prácticamente por la puerta de atrás.

Todo parecía indicar que los días de Sánchez en MLB habían expirados. En 2018 firmó un pacto de ligas menores con los Mellizos de Minnesota y no pudo siquiera mantenerse en los campos de entrenamientos antes de ser puesto en libertad.

Sánchez tuvo un segundo aire

Cuando todo se nublaba, apareció un rayito de sol desde la ciudad de Atlanta, que fue suficiente para volver a iluminar el camino del éxito para el maracayero y que este no desaprovechó.

Los Bravos le otorgaron un contrato de un año y Sánchez se lo recompensó con una sólida campaña desde los morritos, que constó de 7 triunfos por 6 reveses y efectividad de 2.83, ayudándolos, entre otras cosas, a conseguir el banderín de la División Este de la Liga Nacional.

Para 2019 los iracundos no ofrecieron vasto dinero para que Sánchez se mantuviera en sus filas y este consiguió un chance en la capital de Estados Unidos con el uniforme de los Nacionales de Washington y lo demás fue historia.

Fue clave dentro de una rotación que tenía a Max Scherzer y Stephen Strasburg, además de Patrick Corbin. Consiguió 11 victorias y su porcentaje de carreras limpias admitidas por cada 9 innings fue un para nada despreciable 3.85, después de 30 aperturas.

Como si fuera poco tuvo influencia directa en la corona conquistada por los patrióticos. Coqueteó con un juego sin imparables ni carreras en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional frente a los Cardenales de San Luis y si bien en la Serie Mundial no brilló, cumplió con un trabajo aceptable valorado en el seno da la organización capitalina.

Otros objetivos

Aníbal Sánchez ya tiene lo que muchos jugadores que fueron estrellas en la gran carpa nunca tuvieron y siempre anhelaron: un anillo de campeón. Sin embargo, después de conseguir tan importante logro colectivo, el experimentado derecho se enfoca en otros objetivos individuales.

“Me gustaría estar en un Juego de Estrellas, estar en una final para un Premio Cy Young”, le dijo Sánchez a la periodista Nathalie Alonso durante su participación este fin de semana en el torneo de golf caritativo organizado por David Ortiz en su natal República Dominicana.

Al criollo le resta, cuando menos, una zafra más en Washington de las dos que acordó a cambio de 19 millones de dólares. Para el 2020 sus responsabilidades en la divisa pueden incluso ser mayores, si en definitiva no se logra retener a Strasburg, quien rechazó una oferta calificada y se encuentra explorando la agencia libre.

De acuerdo con sus palabras y ante la posible partida de Strasburg, así como también la de Anthony Rendón, Sánchez está mentalizado en ser uno de los pilares para optar por la defensa del título.

“Hay que ver cómo empieza el Spring Training. Tenemos dos piezas claves en una agencia libre. Hay que saber dónde van a estar ellos y de ahí uno parte en qué va a quedar el equipo”, concluyó.

Escrito por: Rayner Rico / @RaynerRico29

Foto: Nacionales de Washin

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