Baches de Gleyber van más allá de lo defensivo

Gleyber Torres es, sin lugar a dudas, uno de los peloteros más talentosos de esta nueva camada venezolana en las Grandes Ligas que cuenta con Ronald Acuña Jr. como abanderado.

El torpedero de los Yanquis tiene una habilidad tan destacada con el madero que lo ha llevado a ser catalogado como una de las bases sobre la que está construida la que se espera sea la siguiente monarquía de Nueva York, la franquicia más ganadora en la historia de las mayores.

Sin embargo, desde su arribo a la gran carpa en 2018, el caraqueño ha recibido una cantidad considerable de críticas por su desempeño con el guante, mismas que se intensificaron con su movida de segunda base al campocorto, una posición aún más exigente. Por ello, mucho se ha especulado sobre la posibilidad de que su futuro se centre en volver al segundo cojín, pues muchos cuestionan su capacidad de transformarse en un paracorto promedio, cuando menos, tras lo mostrado hasta ahora.

Han existido casos en los que la confianza de un equipo en la posibilidad de mejoría de un jugador, así como el trabajo constante, ha dado sus frutos. Un ejemplo reciente, también de un campocorto, podría ser Marcus Semien, quien pasó de ser uno de los peores en dicha posición en sus primeros años con los Atléticos, a ser nominado al Guante de Oro en 2019.

Gleyber Torres debe mejorar en el corrido de bases

Con apenas 23 años de edad a la fecha, es difícil pensar que un jugador tan talentoso como Torres no podría repetir tal logro, en especial contando con el respaldo de una organización tan poderosa como la neoyorquina, con la capacidad de contratar al mejor de los coaches y acceder al nivel más alto de la tecnología para hacerlo una realidad.

El detalle es que el aspecto defensivo no es el único en el que Torres ha demostrado necesitar ayuda urgente.

En sus primeros tres años como ligamayorista, Gleyber Torres ha dejado al descubierto sus deficiencias a la hora de correr las almohadillas, algo en lo que, por lo general, los jugadores que defienden su posición sobresalen.

Torres registró un porcentaje de 21% en el rango de extra bases tomadas (XBT%) en 2018, una estadística que mide cuán seguido un jugador avanza con éxito a una almohadilla adicional teniendo la oportunidad de hacerlo. Si bien el criollo mejoró dicha marca a 37% en la campaña anterior (un incremento de 16 puntos), retrocedió en 2020 con 25% en el mismo renglón. Es importante destacar que el promedio de la liga es de 43%.

A pesar de que, en efecto, el reducido calendario de esta pasada temporada afectó la cantidad de oportunidades, de igual forma el retroceso es lo suficientemente significativo como para dejarlo pasar.

Bajo porcentaje en reglón de carreras anotadas

Por su lado, en el porcentaje de carreras anotadas (RS%), estadística que sirve para medir cuán seguido un corredor eventualmente anota, Torrres marcó 26%. Es decir, ese fue el porcentaje de veces en que pisó la registradora en este 2020 cuando estuvo en circulación.

Gary Sánchez, un receptor ampliamente reconocido por su lentitud, y Giancarlo Stanton, el corpulento toletero propenso a lesiones, fueron los únicos jugadores de los Yanquis que registraron una cifra menor a la de Torres este año.

Asimismo, si revisamos la estadística del portal Fangraphs llamada “Baserunning runs above average» (BsR), misma que nos permite medir cuántas carreras sobre o por debajo del promedio obtiene un equipo de un corredor determinado, podemos apreciar que si bien Torres mejoró en comparación a 2019 (de -0.5 pasó a -0.3), el incremento fue realmente pequeño.

Que su número en dicha categoría sea negativo, significa que los Yanquis posiblemente anotaron menos carreras con el venezolano en circulación de lo que esperarían. En este departamento, Gleyber Torres rankeó en el puesto 36 entre todos los paracortos de las Grandes Ligas con cuando menos 20 apariciones al plato en 2020.

Más allá de sus evidentes deficiencias para correr, los números ofensivos de Torres son todo lo que Nueva York esperaba e incluso más, y su capacidad de conectar cuadrangulares y remolcar carreras lo mantendrán muy bien posicionado en la divisa por años.

Con margen para mejorar en el futuro cercano

Pero si bien en el béisbol de hoy en día los jonrones son más indispensables nunca en la producción ofensiva de un equipo (algo que volvió a quedar en evidencia en esta pasada postemporada), es en los juegos pequeños y cerrados cuando sale a relucir la importancia del buen corrido de bases.

Gracias a su talento, juventud y a la organización a la que pertenece, es difícil visualizar a un Gleyber Torres incapaz de corregir sus fallas en un futuro cercano en vías a convertirse en el pelotero estelar que por mucho tiempo se ha pronosticado que será; no obstante, hasta entonces, es posible que no solo se siga cuestionando su permanencia a largo plazo en las praderas cortas, sino que también se hará imposible  evaluar al capitalino con el mismo barómetro especial con el que se evalúa al resto de las grandes figuras de esta nueva generación de superestrellas en el béisbol.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza

Foto: Yankees

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