Para un bateador como Balbino Fuenmayor, pareciera que su fijación está en el daño mayor. Con su biotipo y forma de pararse en el plato, es fácil pensar que su prioridad es golpear la pelota fuera del parque. Pero no es así. Su verdadero enfoque está en las cosas pequeñas, porque es la mejor forma que conoce para ayudar a los Caribes de Anzoátegui.
Como lo hizo en los últimos encuentros. Fuenmayor ganó el premio al Regreso del Año la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). Después de todo, con un promedio de .361 con 11 cuadrangulares y 53 carreras remolcadas, el espigado toletero superó a todos durante ese trayecto. Sin embargo, son números que no buscó, solo llegaron.
“No he tratado de buscar jonrones, a pesar que soy el cuarto bate de equipo, el slugger que tiene que traer las carreras”, dijo Balbino Fuenmayor durante una entrevista para IVC. “Así que en dos strikes busco poner la pelota en juego, porque al estar en circulación, le puedo dar la oportunidad al resto de mis compañeros. Por eso es tan importante tomar un boleto o dar un hit. Allí es donde ha estado la clave, no buscar batazos de .400 pies, sino llevar la pelota a todos los sectores del campo. Eso y mantenerme saludable”.
Esas palabras podrían ir en contra a su rendimiento o lo que espera Caribes de él. Fuenmayor se ha establecido en la LVBP como ese toletero que puede soltar múltiples cuadrangulares y liderar la mayoría de los departamentos ofensivos. No obstante, el espigado pelotero solo quiere embasarse.
“Estoy bien contento por cómo me están saliendo las cosas”, explicó el inicialista que tiene average de .412 con OPS de 1.175 en el final de la temporada regular. “He tenido la oportunidad de ayudar al equipo y conectar buenos batazos”.
Escrito por: César Sequera Ramos /@CesarSequera11
Foto: Caribes de Anzoátegui