El beisbol de hoy en día parece estar diseñado de forma exclusiva para aquellos con la capacidad de llevar la pelota al otro lado de la barda con frecuencia. Las bases robadas y las conexiones de una sola almohadilla lucen cada vez menos relevantes, por lo que es entendible que Yonathan Daza sintiera la urgencia de alterar su ADN como jugador.
Un productor de sólidos promedios en su carrera como ligamenorista, pero con apenas una campaña con doble dígito de cuadrangulares en sus nueve años en las filiales, el aragüeño se propuso modificar su enfoque en el plato para buscar más batazos de largometraje en su primer llamado a la gran carpa en 2019.
El resultado fue una pálida línea ofensiva de .206/.257/.237, sin vuelacercas y con tan solo tres impulsadas en 44 desafíos con los Rockies. Su pobre desempeño también lo erradicó de los planes de la organización en 2020 y lo colocó contra la pared en la pasada primavera.
Sin opciones de ligas menores restantes, Daza tenía que hacer el equipo desde la misma jornada inaugural o correr el riesgo de ser colocado en waivers. Otro abultado average lo ayudó a llenar el cupo número 26 en el roster de Colorado, y desde entonces, la sencillez de su juego lo ha convertido en uno de los principales baluartes del club.
«Había presión, no voy a mentir«, le comentó el jardinero al portal oficial de su novena sobre su situación a comienzos del año. «Pero me dije a mí mismo que no me presionara, que en su lugar me divirtiera y esperara a ver qué sucedía. Eso es lo que sigo haciendo. Me hago cargo de mi trabajo y estoy bendecido con la oportunidad».
Resultados inmediatos:
En sus primeros 55 compromisos de la vigente campaña, Daza conectó para .318/.358/.390, con seis dobles, un triple y 12 anotadas. También suma un cuadrangular y 15 fletadas, pero esa es solo la parte complementaria de su labor y el patrullero ahora lo sabe bien.
«Por tres o cuatro años, ha sido un colector de imparables«, dijo el coach de los púrpuras, Tim Doherty, quien sirvió como instructor de bateo para Daza en algunas de sus etapas en las menores. «Siempre tiene que recordar quién es y qué es lo que hace, y eso es conectar la bola por el medio, hacia la banda contraria, conseguir sus sencillos y también sus dobles cuando se presente la oportunidad. Cada cierto tiempo, sacará una del parque«.
Tras la jornada del sábado, el average de Daza era el séptimo más elevado en la Liga Nacional. Ese día, el venezolano alineó como quinto en el orden y sonó dos incogibles, entre ellos un batazo de dos bases.
«Para él no ha sido difícil, porque así es como llegó hasta aquí. Tiene una de las mejores habilidades de contacto en nuestro equipo. Ahora que estás en las Grandes Ligas, no cambies«, añadió Doherty.
A pesar de apoderarse del puesto de guardabosques central de los Rockies en estos primeros dos meses y medio del torneo, el puesto exacto de Daza a largo plazo todavía es desconocido para el alto mando de la divisa; sin embargo, siempre y cuando los batazos sigan encontrando espacios vacíos y le permitan llegar así sea a la inicial, el mánager Bud Black y compañía continuarán encontrándole un lugar en el lineup.
«Está haciendo todo lo posible por dejar su huella y probar que es un pelotero de Grandes Ligas«, indicó Black. «A medida que pase el tiempo, vamos a descubrir en qué rol encaja mejor a largo plazo. Pero por ahora, tendrá varios turnos porque es uno de nuestros jugadores más productivos a la ofensiva en lo que se refiere al promedio. Y todos sabemos que es un muy buen defensor».
Daza, por su parte, ha aprendido a valorar su estilo de juego.
«Las cosas pequeñas hacen que las grandes sucedan. Ese es mi enfoque», sentenció.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Rockies.