Como muchos peloteros, especialmente latinoamericanos, Eduardo Escobar creció en el seno de una familia humilde, con muy pocas cosas materiales de valor. Si afrontar la vida y conseguir el camino hacia el éxito es complicado en cualquier circunstancia, cuando se trata de casos de extrema pobreza, la tarea puede parecer sencillamente imposible de completar.
Es por eso que el infielder no da por sentado lo que ha conseguido hasta los momentos. En medio de su undécima campaña en las Grandes Ligas, escenario al que tan pocos aspirantes llegan, Escobar ha conseguido el éxito que tan inalcanzable se veía durante su niñez en La Pica, estado Aragua.
La más reciente prueba de ello llegó en forma de una invitación para el Juego de Estrellas, su primera en la gran carpa y la única que recibió la organización de los Cascabeles este año.
«Estoy muy feliz. He trabajado duro cada año para esta oportunidad de ir al Juego de Estrellas«, le comentó Escobar a MLB.com durante el fin de semana. «Es un día especial para mí, para mi esposa, mi familia y mis compañeros. Voy a representar a Arizona, eso es lo más importante».
El criollo, de 32 años de edad, arribó a la jornada del lunes con promedio de .248, junto con unos 18 cuadrangulares y 54 carreras remolcadas que eran la mayor cantidad entre peloteros de las serpientes en 2021.
«Ha sido mi sueño por un tiempo largo. Cuando comienzas a ver beisbol en la niñez, una de las cosas que más llama la atención es el Juego de Estrellas. Estar allí es un sueño para todos cuando iniciamos«, continuó el veterano. «Asistir a ese clásico, ganar un Guante de Oro y ser un campeón de Serie Mundial son metas generales. Así que me encanta haber recibido esa invitación cuando estoy jugando tan fuerte. No me gustan los días libres», añadió.
Uno en el quinteto:
Escobar es uno de cinco jugadores venezolanos que dirán presente en el Coors Field de Denver el próximo 13 de julio. También representando al país sudamericano estarán Salvador Pérez, José Altuve, Ronald Acuña Jr. y Germán Márquez. El toletero de los «D-Backs» y el lanzador de los Rockies son los únicos primerizos del quinteto.
«En especial era un sueño tomando en cuenta de dónde vengo en Venezuela. No tenía nada. Vine de una familia pobre y me esforcé todo lo que pude porque quería ser un grandeliga. Y ahora soy un All-Star«, explicó.
Luego de un sólido estreno con Arizona en 2019, zafra en la que registró un OPS de .831 puntos, Escobar, al igual que muchos peloteros de renombre, tuvo un bajón en el recortado torneo anterior. En 54 compromisos disputados, apenas ligó para .212 de average, con .605 de OPS.
Esa temporada de 2020 fue tan solo la segunda en los últimos ocho años en la que el ambidiestro culminó con un OPS+ menor a 100.
«El año pasado fue muy difícil para mí. Tuve una conversación con nuestro mánager al respecto», señaló Escobar. «Creo que algo ocurrió, porque quería esforzarme mucho en mis entrenamientos y hacer un gran trabajo durante la temporada muerta. Sé que cambié todo».
Torey Lovullo, dirigente de Arizona, ha tenido pocos momentos para celebrar en la presente campaña, gracias a un pésimo desempeño global de su divisa; sin embargo, Escobar ha sido la principal fuente de alegría para la organización este año y su presencia en el «Clásico de Mitad de Temporada» será otra razón para sonreír en el desierto.
«Estamos muy orgullosos de él por esa elección. Es muy merecida. Este año ha sido realmente complicado para todos nosotros, pero Eduardo ha sido muy consistente, no solo en el terreno, sino también fuera de él», expresó el capataz. «Llega listo para la acción y ha sido un compañero de equipo increíble. Es amigo de todos. A veces practicas este deporte y no te devuelve el amor que le das. Esta es una situación en la que el juego fue recíproco y es muy merecido«.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Cascabeles.
