El destino beisbolero volvió a unir a Ildemaro Vargas con Arizona

Hay un nuevo plan sobre la mesa para Ildemaro Vargas desde este miércoles: terminar la travesía en donde mismo comenzó, luego de que el infielder fuera adquirido por los Cascabeles, la organización que le brindó la oportunidad de estrenarse como grandeliga hace cinco años atrás.

Vargas, de 29 años de edad, disputó poco más de tres campañas con Arizona entre 2017 y 2020, pero desde su salida del conjunto desértico, el criollo se ha uniformado con los Mellizos, Cachorros y Piratas, hasta retornar a las serpientes esta semana.

Tras ser colocado en asignación por Chicago a mediados del mes pasado y de que posteriormente fuera reclamado por Pittsburgh, Vargas le comentó a la prensa local que esperaba que dicha organización se convirtiera en su casa por varios años, pues «no quiero ser el primer jugador en defender la camisa de los 30 equipos en las Grandes Ligas«.

Sin embargo, el deseo duró poco para el oriundo de Caripito, que apenas llegó a disputar siete desafíos con los bucaneros, en los que ligó solo un hit en 13 turnos, antes de ser colocado nuevamente en asignación.

Reestreno de lujo:

Ahora de vuelta en Arizona, única divisa con la que ha disputado más de 25 encuentros en una misma zafra, Vargas espera culminar su travesía ligamayorista en el lugar en el que todo comenzó. Y si su primer duelo de regreso con el club sirve de indicativo, volver a casa fue quizás el mejor camino que pudo tomar su carrera.

En una derrota de los Cascabeles frente a los Mets con pizarra de siete carreras por seis el miércoles, el utility se fue de 4-2, con trío de impulsadas. Esa fue la primera jornada de múltiples incogibles para Vargas en lo que va de la presente contienda.

Su indiscutible inicial de la faena llegó en el mismo primer capítulo y sirvió para remolcar dos rayitas, mientras la tercera fletada apareció en el sexto para igualar momentáneamente las acciones.

A pesar de la productiva jornada, Vargas registra una pobre línea ofensiva de .158/.220/.211, sin jonrones, con tres anotadas, seis impulsadas y una base robada en 41 apariciones al plato en 2021.

Pero si a la ya evidente motivación de encontrar la tan ansiada estabilidad en la gran carpa, se le suma su recién adquirida inspiración tras regresar a su primer hogar, el venezolano podría redactar una historia con final de película para su quinta campaña en el mejor beisbol del mundo, siempre y cuando logre demostrar en las mayores lo que ha ratificado en tantas oportunidades en la pelota criolla: puede batear.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Cascabeles.

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