El simple hecho de que Eduardo Rodríguez esté haciendo todo lo que está haciendo tras perderse la totalidad de la campaña pasada por problema cardíacos, es más que suficiente para impresionarse. Si a eso le agregamos que el zurdo padeció del «síndrome del brazo muerto» durante la primavera, su rendimiento reciente comienza a encajar en la definición de «imposible».
Pero sí que lo ha hecho. Desde su última salida el pasado domingo, distintos medios han destacado la inusual racha que mantiene el serpentinero, en la que acumula 32 aperturas consecutivas con al menos cinco episodios trabajados.
La consistencia que ha mostrado E-Rod durante esa cadena es digna de cualquier elogio, pero su capacidad de mantener los pasos por el sendero correcto, incluso en días en los que no tiene su mejor arsenal, es lo que lleva su hazaña a niveles poco escuchados.
Un vivo ejemplo de ello fue su presentación dominical ante los Marineros, en la que pese a encarar varias dificultades que lo llevaron permitir tres carreras, Rodríguez se las arregló para completar siete episodios, con ocho ponches y sin boletos.
El valenciano, de 28 años de edad, ha ganado cada una de sus cuatro apariciones en lo que va de torneo, pero lo más asombroso de todo no radica en lo personal, sino en lo mucho que contribuye Rodríguez al transitar de los Medias Rojas.
Un amuleto como ningún otro:
Desde el comienzo de la campaña 2018, Boston tiene balance de 49-12 (.803) en las últimas 61 aperturas del siniestro en ronda regular. Aún cuando su ausencia en la contienda anterior metió su mano, no deja de ser brillante el hecho de que los residentes de Fenway Park no han perdido en una salida de Rodríguez desde el 9 de septiembre de 2019 frente a los Yankees.
Asimismo, el récord de los patirrojos es de 18-3 en las 21 presentaciones más recientes de su «as», ganando cada una de las últimas ocho.
No está de más recordar que los ganados y perdidos son pésimos indicativos, por lo general, de qué tan bien o mal se desempeñó un lanzador en una jornada determinada; por ejemplo, en su penúltimo juego de 2019, «Eddie» fue castigado con 11 imparables y siete carreras limpias en cinco innings de labor, pero aún así se llevó la victoria gracias a una potente ofensiva de los Medias Rojas que fabricó 12 rayitas.
Sin embargo, ese tipo triunfos «ayudados» no han sido la norma para Rodríguez, sino excepciones. Desde septiembre de 2017, Boston tiene balance de 38-2 (.950) cuando le brindan por lo menos cuatro carreras de apoyo al criollo.
Una de las claves para el sólido trabajo del estelar en lo que va de esta temporada recae en su control. En 23 entradas lanzadas hasta los momentos en 2021, Rodríguez apenas ha regalado dos pasaportes, al mismo tiempo en que ha ponchado a 26 contrarios.
Una gran mejoría en comparación con sus números de hace dos años, cuando otorgó 75 bases por bolas, la mayor cantidad para él en una misma campaña como ligamayorista.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Boston Globe.