José Álvarez, un héroe silencioso en el equipo más sorpresivo de 2021

La carrera de José Álvarez en las Grandes Ligas hasta los momentos ha sido realmente buena. A la callada, como la mayoría de los relevistas incapaces de alcanzar el triple dígito de millas por hora en sus bolas rápidas, el venezolano ha sido una pieza fundamental de cada uno de los cuerpos de relevo para los que ha trabajado desde 2015, su primera zafra como miembro del bullpen a tiempo completo.

Ese año, con los Angelinos, el zurdo registró una buena efectividad de 3.49 en más de 60 presentaciones, y desde entonces, no ha marcado un porcentaje de carreras limpias permitidas superior a 3.88 en ninguna de sus siguientes siete contiendas, en las que había trabajado un total de 288 entradas y un tercio de forma combinada hasta este pasado lunes.

Sin embargo, su nombre prácticamente nunca salió a relucir cuando se enumeraba a las figuras principales de Angelinos y Filis en el último lustro, así como tampoco se menciona en la actualidad con los sorpresivos Gigantes.

De hecho, en la más reciente temporada muerta, Álvarez fue uno de los últimos venezolanos en salir de la lista de desempleados, pactando con San Francisco dos semanas después de que el club había tenido su primera práctica con el escuadrón completo en la primavera.

Esto a pesar de que en la recortada zafra anterior con los cuáqueros, el oriundo de Barcelona permitió apenas una carera limpia en 6.1 episodios (1.42 EFE), antes de que su torneo terminara de forma repentina tras recibir una línea en la entrepierna en su presentación del 20 de agosto.

Rectificó a tiempo:

Con los californianos, en un comienzo parecía que Álvarez iba camino a su primera temporada negativa como relevista. En sus 13 apariciones iniciales con la divisa hasta el 20 de mayo, el criollo marcaba una abultada efectividad de 5.56 y los contrarios le conectaban para .286 puntos de promedio.

No obstante, en 37 asignaciones desde que el calendario llegó a junio, Álvarez ha cambiado su panorama de forma drástica. En ese lapso, el siniestro tiene una efectividad de 1.45, con 19 ponches, siete boletos otorgados, ningún cuadrangular tolerado y un average en contra de .153.

«Su temporada no comenzó con el pie que él o nosotros queríamos», le señaló el dirigente de los Gigantes, Gabe Kapler, a NBC Sports hace algunos días. «Pero desde aquel entonces ha conseguido su ritmo y ha tenido un desempeño excelente para nosotros«.

A finales de agosto, en lo que terminó como una barrida de tres juegos para su novena frente a los Mets, Álvarez tuvo un rendimiento particularmente impresionante. En el segundo juego de la serie, ingresó mientras el duelo estaba igualado en el quinto inning y con las bases llenas. El veterano necesitó de tan solo un envío para obligar a Jeff McNeil a conectar un elevado que le puso punto final al ataque de los neoyorquinos.

Al día siguiente, entró en el octavo acto para retirar nuevamente a McNeil, ahora con su tercer lanzamiento del turno, para así preservar la ventaja de una carrera que sostenía San Francisco.

«Creo que estamos saliendo de esta serie con una barrida en gran parte por el trabajo que hizo en los últimos días«, señaló Kapler en ese momento.

De esas 37 apariciones desde el primero de junio, Álvarez ha salido sin permitir anotaciones en 34. En 23 de ellas, el serpentinero ni siquiera ha tolerado inatrapables.

«Ha sido una panela de hielo en la loma», señaló el abridor Alex Wood sobre su compañero. «No importa la situación, él entra, ataca la zona y te obliga a batear el pitcheo que quiere. En el último par de meses ha sido simplemente dominante y muy divertido de ver», añadió.

Los Gigantes amanecieron este martes con un balance de 88-50 y en el primer lugar de una división oeste de la Liga Nacional que parecía destinada para los todopoderosos Dodgers o Padres. Si los residentes del Oracle Park logran o no aguantar la presión de sus archirrivales de Los Ángeles durante esta recta final, dependerá de muchos factores, pero indudablemente uno de ellos será la capacidad de Álvarez de mantener su extraordinario – y al mismo tiempo habitual – dominio sobre el morrito.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: USA Today Sports.

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