Maikel García: la nueva joya sabanera de los Tiburones

Como es tradicional con los peloteros provenientes de su tierra, a Maikel García no le tomó mucho tiempo robarse las miradas dentro del terreno de juego. Para ser más exactos, el nativo de La Sabana lo consiguió en su estreno en la pelota venezolana con los Tiburones este pasado viernes.

García, de apenas 20 años de edad, parecía perderse en el fondo del lineup litoralense en la jornada inaugural frente a los Leones. Partiendo como octavo en el orden ofensivo del mánager Gustavo Molina, poco se hablaba del paracorto en los minutos previos al compromiso.

Debut explosivo

Unas horas más tarde, ya con las luces del Estadio Universitario en reposo, García era de los principales temas de conversación, incluso en una velada que terminó en derrota para La Guaira con marcador de siete carreras por cuatro. El torpedero terminó la faena de 4-3 en el cajón de bateo, con doble, triple y un trío de remolcadas a su nombre.

“Agradezco a Dios y a los Tiburones de La Guaira por la oportunidad”, le comentó García a Sports Venezuela tras el desafío. “Me sentí muy bien en el plato, confiado. Nunca perdí la confianza”.

Si bien el coso de Los Chaguaramos se encontraba sin público en las tribunas como parte de las medidas preventivas de la liga ante la pandemia, no deja de ser llamativa la actitud sobria y segura que mostró el prospecto de los Reales de Kansas City.

“La clave para este desempeño de hoy (viernes) fue la confianza. Nunca sentí presión. En todo momento creí en mí y en mis habilidades”, continuó.

En una lista exclusiva

La joven promesa de Tiburones no solo forma parte fundamental de las aspiraciones del club para avanzar a la siguiente fase en esta campaña, sino que también es la nueva joya que consiguió la organización en La Sabana, ese pequeño pueblo en La Guaira que tantos peloteros buenos le ha regalado al país, incluyendo a Alcides Escobar y Ronald Acuña Jr.

“Me siento muy orgulloso de venir de La Sabana. Es un orgullo para mí y para mi familia”, aseguró García. “Ser parte del grupo de peloteros que ha salido de allá es muy importante para mí. Entre todos, conozco más a Ronald porque es más contemporáneo conmigo y nos criamos juntos prácticamente. Queremos seguir poniendo al pueblo en lo más alto, como lo venimos haciendo”.

García ha disputado sus primeras tres zafras como profesional en las categorías “rookie» de los Reales y acumula una línea ofensiva de .247/.317/.298 con 53 impulsadas, 79 anotadas y 48 bases robadas en 157 duelos.

En contacto con la grandeza

“Siempre estoy hablando con Ronald. Es con el que más hablo de todos», reiteró García. “Siempre le pido consejos para batear, le pregunto cómo es la pelota en Grandes Ligas y cómo es su experiencia. Nos comunicamos mucho», agregó.

Con tan buena relación con el jardinero de los Bravos de Atlanta, no podía faltar su mensaje antes del estreno de García en la LVBP.

“Antes del ‘Opening Day’ estábamos hablando y me dijo que confiara en mí y en mis habilidades. Siempre me ha apoyado e igual es el caso con Alcides”, reveló.

Fanático ante todo

Además de su lazo con La Sabana, García se considera uno de los más grandes admiradores de Acuña, por lo que no pierde la oportunidad de adoptar aspectos del juego del All-Star cada vez que tiene la oportunidad.

“De Ronald me gusta todo. Su forma de jugar, que es electrizante, tiene mucha energía y juega la pelota duro. No es como la gente piensa que no corre, que no josea. Nunca había visto a alguien que joseara tanto como él”, indicó el campocorto. “Siempre veo sus videos para llevar lo que observo al terreno y seguir jugando fuerte».

A pesar de ser una comunidad bastante pequeña, La Sabana ha aportado algunos de los principales peloteros del país. Además de Acuña y Alcides, el expitcher Kelvim Escobar y el todavía activo lanzador, Vicente Campos, también son oriundos del pueblo playero.

“De allá salen tantos peloteros buenos porque desde que uno nace y va creciendo, podemos ver a todos esos jugadores de calidad. Y es lo único que hay en el pueblo, el estadio. Nosotros vivimos de eso. Ese es nuestro entretenimiento”, contó García. “Nos llena de orgullo tener a tantos grandeligas y peloteros firmados”.

La meta es el «big show»

Al igual que la mayoría de ellos, García sueña con llegar a las mayores y poder aumentar la cifra de bigleaguers sabaneros.

“Todo pelotero profesional de ligas menores quiere llegar a MLB. Mi sueño es ser grandeliga, pero que sea lo que Dios quiera. Por mi parte seguiré jugando duro mi pelota y trabajando”, dijo.

En cuanto a lo que espera de los Tiburones en esta particular temporada, el defensor de las paradas cortas indicó que hay motivos para estar entusiasmados, aún cuando La Guaira inició esta campaña con una de las nóminas más modestas del circuito.

“Tenemos un equipo muy bueno con la mezcla de jóvenes y veteranos. Estar ligados con jugadores de tanta experiencia nos ayuda mucho a nosotros», comentó el guaireño. “Es un conjunto eléctrico, que le gusta jugar duro y estoy seguro de que eso nos va a servir durante toda la temporada”.

A cambiar perspectivas

A pesar de que, hasta los momentos, sus números ofensivos como profesional no son particularmente atractivos en su mayoría, García quiere ponerle fin al rumor de que es solo un gran jugador defensivo. El sólido estreno del viernes en la UCV es un paso en la dirección correcta.

“Todo el que me ha visto jugando profesional me conoce como un buen campocorto, pero nadie dice que soy un buen bateador”, contó García. “No digo que lo sea en este momento, pero estoy aprendiendo. Esta es una experiencia muy buena. Me considero un jugador electrizante y al que le gusta ganar. No juego para mí, sino para el equipo”, añadió.

Memorias en Angel Stadium

Con un amplio camino todavía por recorrer, García mantiene intacta la confianza en sus capacidades; así como también los recuerdos de una niñez rodeada de excelencia.

“Lo que más recuerdo de mi etapa como niño son los viajes a Estados Unidos. Siempre veía a mi tío Kelvim lanzar con los Angelinos y decía que algún día iba a ser como él”, recordó. “Antes yo no era paracorto, era pitcher, porque quería seguir sus pasos. Pero de un momento a otro cambié de parecer y decidí ser torpedero. De cualquier forma, mi tío siempre me sirvió de motivación”.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza

Foto: Tiburones de La Guaira

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