Omar López está de regreso a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y a Caribes de Anzoátegui. Será un segundo ciclo en el que, espera hacer muchas cosas de la misma forma y otras completamente diferente. Por supuesto con el objetivo de celebrar más campeonatos en Puerto La Cruz.
Por ejemplo, López confía en que podrá establecer la misma filosofía que lo llevó a ganar dos títulos y un Mánager del Año en la LVBP. Buena relación con los peloteros, creatividad al momento de armar un roster y una comunicación directa con la gerencia para que todos estén de acuerdo con el aspecto deportivo del equipo.
Porque el estratega está deseoso por expandir sus conocimientos en el universo del beisbol. Ya sabe cuándo mandar un toque de sacrificio, el momento para retirar al abridor y la mejor forma de realizar una alineación. Ahora quiere hablar con agentes, conocer las interioridades de una negociación y aprender de esa parte del negocio que la desconoce.
“En Caribes ya hay un proyecto y una estructura que se empezó a armar hace mucho tiempo”, declaró López vía telefónica. “Por un tiempo se estancó y fue una de las cosas que hablé para poder regresar. Para mí es importante innovar y que todos aprendamos un poco más sobre este juego”.
A Omar López le gustaría que su rol dentro de Anzoátegui vaya más que la parte estratégica. Se definió como “un apasionado de la gerencia deportiva”, por lo que pidió y recibió más responsabilidades con la tribu.
Es una idea que recibieron con los brazos abiertos en el alto mando de Caribes. A Samuel Moscatel le gusta que su mánager se involucre en el proceso y que seleccione a los importados con los que desea contar. Ahora, López conversará con los beisbolistas que les parezca indicados.
Eso va acorde con la forma de pensar de Moscatel. En su opinión “los importados deben ser escogidos por el mánager, porque su paso por las ligas menores les permite observar y detectar talento” en las organizaciones de Major League Baseball (MLB) todos los días.
“Otto Padrón, mi gerente deportivo, y el mánager se encargan normalmente de esa parte”, afirmó Moscatel. “Durante su primera fase, Omar López manejaba toda la importación y solo le dábamos el visto bueno. Si no se llegaba a un acuerdo, se buscaba otras opciones. Pero es importante para mí, que el piloto se involucre porque tiene conocimientos más elevados y exactos de los que puedo tener yo”.
Omar López, un mánager-gerente
En la LVBP, las cosas son muy diferentes a las Grandes Ligas. Es una de las razones por las que Omar López afirmó que no incorporó el método de Dusty Baker a su repertorio. Son exigencias diferentes y estructuras distintas, por lo que es poco lo que pueda tomar de uno de los grandes dirigentes en la historia de las mayores.
En Venezuela, según López, el mánager debe ser un gerente también. En Estados Unidos el piloto cada vez tiene menos peso, mientras que en el Caribe debe estar inmerso en los cambios y las negociaciones. Además, estar atento de lo que sucede en otros circuitos para detectar ayuda en las áreas que necesites.
“Junto con Samuel Moscatel, se deben hacer funciones de gerente y eso es algo que me apasiona”, aseveró. “Saber de contratos, agentes, peloteros, permisos. Todo eso me gusta y es algo que haremos más la próxima campaña”.
Fue un deseo fundamental para que volviera a Caribes. “Es cierto que uno necesita de este trabajo, pero para mí es importante innovar y aprender cada día más. Es la forma de saber hasta qué capacidad tienes para hacer las cosas diferentes y desarrollarte”, señaló.
Uno de los grandes retos en esa nueva filosofía en la tribu, será fortalecer su pitcheo. En la LVBP es una tarea colectiva mejorar el cuerpo de lanzadores, razón por la que nadie quiere salir de sus brazos confiables o intentará venderlo a un precio desmedido.
“Habrá que ser creativos. Es una de las tareas que tendremos”, explicó. “Habrá que usar lo que tengamos y tomar decisiones a medida que pase el año. Juntar la experiencia con la juventud y utilizarlos en el mejor escenario posible”, siguió.
“Por más que tenemos un equipo poderoso en cierto departamento, también hay debilidades”, subrayó. “Eso lo vamos a trabajar, por eso fue que Samuel me llamó, porque el talón de Aquiles ha sido el pitcheo”.
Es una de las razones por la que Omar López firmó por una temporada. En Caribes hay una estructura sólida y el talento humano suficiente para intentar esa visión que tiene, pero en la LVBP nunca se sabe y no desea que un contrato se convierte en ataduras para ninguno de los involucrados.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera11
Foto: Caribes de Anzoátegui