No es difícil que Oswaldo Guillén sea noticia, bien sea en Venezuela o en los Estados Unidos. El éxito que ha obtenido el criollo a lo largo de su carrera como jugador y luego dirigente, sumado a su polémica personalidad, hacen que su nombre ronde con cierta frecuencia titulares en los distintos medios de comunicación.
Recientemente, el mirandino volvió a tomar protagonismo luego de que los Medias Blancas de Chicago, mismo equipo al que Guillén comandó por ocho años y al cual lideró rumbo a un título de Serie Mundial en 2005, lo descartara de forma inmediata en su proceso de busca de un nuevo mánager para la temporada 2021.
Los patiblancos terminaron contratando al miembro del Salón de la Fama, Tony La Russa, para dicha vacante, pero el debate alrededor de Ozzie se mantuvo latente entre aficionados a través de las diferentes redes sociales. “¿Está Guillén vetado de forma extraoficial por parte de los 30 equipos de las Grandes Ligas?”, era una de las preguntas que generaba mayor discusión entre fanáticos y periodistas.
Habló el hijo de Guillén
La opinión de mayor peso en la discusión llegó desde el mismo seno de la familia Guillén, pues uno de los hijos del mandamás, Oswaldo Jr., aseguró vía Twitter que si bien su padre no ha recibido un veto formal, sí puede decirse que se trata de uno “sistemático”. De hecho, el mayor de los tres hermanos Guillén comparó lo que ocurre con el extimonel venezolano con los casos de otras figuras latinas como Sammy Sosa, Rafael Palmeiro y José Canseco, cuyas polémicas los han prácticamente marginado de cualquier posición dentro de las Grandes Ligas.
En el caso de Guillén, dicho “veto sistemático” no estaría ligado a artimañas dentro del terreno de juego, sino a su conocida habilidad frente a los micrófonos, que lo ha llevado a lo que muchos consideran como “hablar de más”. El caso más recordado de ello llegó en su primera y única temporada al mando de los Marlins en 2012, cuando el entonces capataz dijo “amar» al exdictador cubano Fidel Castro, comentario que no tardó en generar protestas en la ciudad de Miami exigiendo su cabeza.
A pesar de haber firmado un contrato multianual con los peces, Guillén fue despedido poco tiempo después y no ha vuelto a tener lazos con ninguna organización de las mayores desde entonces.
Guillén, el único excluido públicamente
“Tenemos un tremendo respeto y aprecio por Ozzie por lo que hizo con esta organización durante su paso como dirigente, así como también nos contenta que se mantenga en los alrededores”, le comentó a la prensa norteamericana el gerente general de los Medias Blancas, Rick Hahn, sobre Guillén, quien trabaja como analista de la cadena NBC Sports Chicago.
“Pero Jerry Reinsdorf (dueño), Kenny Williams (vicepresidente ejecutivo) y yo hemos pasado mucho tiempo pensando esto en términos del candidato idóneo hacia el futuro, y no sentimos que en este momento, con este equipo, donde estamos y hacia donde queremos llegar, que Ozzie sería la mejor opción”.
Lo más llamativo de dicha declaración de Hahn es que llegó apenas horas después de que los Medias Blancas anunciaran que Rick Rentería no seguiría al mando de la divisa y que el club se encontraba en la búsqueda de un nuevo mánager. No solo fue Guillén descartado con rapidez, sino que fue el único nombre desechado públicamente por los directivos del sur de Chicago.
¿Poco interés por la sabermetría?
He allí cuando la teoría del posible “veto sistemático” que mencionaba Ozzie Jr. toma fuerza, en especial cuando el mismo hijo mayor del exganador del premio al Novato del Año de la Liga Americana se encargó de derribar otro de los argumentos conocidos que se suele utilizar en contra de la posibilidad de que Guillén vuelva a dirigir en MLB: su poco interés por la sabermetría.
“Respeto el argumento de que Ozzie suele opinar demasiado, pero eso de que no entiende la analítica es ofensivo. Solo porque tu inglés no sea perfecto no quiere decir que se te olvidó leer o analizar un papel y unos números”, indicó Ozzie Jr. en otro de sus tweets.
Asimismo, también resulta difícil de comprender que, de ser cierta dicha teoría del veto no oficial, ante los ojos de las Grandes Ligas y sus equipos pese más aquel comentario del venezolano sobre otros incidentes mucho peores y que afectan directamente la integridad del juego, como el escándalo del robo de señas de los Astros en 2017. A.J. Hinch, mánager de aquel conjunto de Houston, y Alex Cora, coach de banca y señalado como uno de los creadores de dicho sistema, están de regreso como dirigentes este año luego de cumplir apenas algunos meses de suspensión.
No ha recibido ni una llamada
Por su lado, es posible que un ejemplo aún más interesante en este caso sea el de La Russa, a quien los Medias Blancas decidieron contratar un día después de que el inmortal fuera formalmente acusado de manejar bajo la influencia del alcohol el pasado mes de febrero, situación de la cual la organización estaba al tanto, según varios reportes.
Si bien Guillén cerró su última temporada como dirigente con un pésimo balance de 78-82 con los Marlins y que nadie puede negar que suele ser mucho más expresivo de lo adecuado para un timonel en la máxima categoría, resulta complicado entender cómo un timonel con récord positivo en su carrera (678-617, 524%), con un anillo de Serie Mundial como estratega en los últimos 15 años y que es aclamado por muchos peloteros y aficionados , no haya recibido ni una sola llamada o entrevista de parte de alguno de los 30 equipos desde 2012, información que también fue confirmada por su hijo.
Tiburones no fue audición
Es cierto que la más reciente experiencia como mandamás que tuvo el mirandino no generó los mejores resultados, luego de tres temporadas de balances principalmente negativos en el timón de los Tiburones de La Guaira en la pelota venezolana, pero la realidad es que, a diferencia de los peloteros que sí han utilizado la plataforma de la LVBP para exhibir sus habilidades ante scouts ligamayoristas, la situación es distinta en el caso de los mánagers, que usan sus pasantías en la liga para pulirse en el puesto, más no para audicionar.
Con apenas 56 años de edad, todavía se puede considerar a Guillén como un dirigente joven y capaz de adaptarse a las nuevas filosofías del béisbol sin necesidad de olvidar sus creencias personales, mismas que lo llevaron a culminar una sequía de 88 años sin título para la organización patiblanca.
En su experiencia más reciente en Venezuela, Guillén mostró todo menos capricho por ser responsable absoluto de las decisiones de su equipo, revelando que recurrió en muchas oportunidades a su coach de pitcheo, Felipe Lira, para organizar su rotación e incluso para realizar movimientos de bullpen durante los compromisos.
No se negó a recibir asesoría en la LVBP
Si un mánager con sus credenciales fue lo suficientemente humilde como para aceptar ayuda de personas con un mayor conocimiento en ciertos temas dentro de la LVBP, liga en la que su nombre es sinónimo de grandeza, cuesta trabajo visualizar a un Guillén negándose a trabajar en conjunto con la directiva de un club de la gran carpa para incluir las herramientas sabermétricas en su estilo.
Por mucho empeño que se ponga en desmentirlo, cada vez parece más complicado ignorar ese presunto veto sistemático, y que a Ozzie se le está negando la segunda oportunidad que sí han recibido ofensores de grados mucho más elevados.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza
Foto: @MLBVenezuela