A pesar de ser el mánager que comandó a los Medias Blancas a terminar una larga sequía de títulos en 2005, Oswaldo Guillén fue básicamente ignorado por las distintas organizaciones de las Grandes Ligas después de su despido de los Marlins en 2012. El olvido fue tal, que el mismo exjugador llegó a calificar la situación como un «veto no oficial» por parte de la gran carpa y sus equipos.
¿La razón? Posiblemente haya estado ligada a la tendencia del venezolano de expresar su opinión públicamente sobre distintos temas; en la mayoría de los casos sin ningún tipo de filtro. Como aquella ocasión en la que, siendo capataz de los peces, elogió al dictador cubano Fidel Castro, lo que generó una gran cantidad de protestas por parte de la inmensa comunidad antillana que reside en la ciudad de Miami.
Hace unos días, por primera vez en casi una década, Guillén tuvo una entrevista laboral en el beisbol organizado con los Padres de San Diego, escuadra que se encuentra en búsqueda de un nuevo capataz, luego de culminar relaciones con Jayce Tingler al finalizar la decepcionante zafra pasada para los californianos.
«Fue un honor ser entrevistado y hablar sobre beisbol», escribió Ozzie en su cuenta de Twitter este jueves. «Una gran experiencia. Primera entrevista en nueve años y fue genial ser considerado seriamente otra vez«.
Mantiene las esperanzas:
Poco tiempo antes de ese pequeño comunicado del mirandino, se conoció que los Padres habían optado por fichar a Bob Melvin, quien hasta la temporada anterior estuvo al mando de los Atléticos.
«Felicitaciones también para Bob Melvin. Un hombre de beisbol y siempre un gran oponente contra el cual batallar. Tiene conocimiento profundo del juego y mucha experiencia», agregó.
Sin embargo, la consideración del alto mando de San Diego bien podría abrir la puerta para que otras franquicias se animen a preguntar por el criollo.
Así parece haberlo asumido Guillén, quien más allá de sentirse decepcionando por no obtener el puesto, aseguró que sus esperanzas de volver a dirigir en el mejor beisbol del mundo se mantienen intactas.
«Todavía tengo una gran ventana gracias a mis amigos que aún están dirigiendo con 70 años de edad», señaló el extorpedero, que cuenta con 57 primaveras en su currículum de vida. «Tengo mucho en el tanque. El plan de Dios siempre es perfecto»
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: USA TODAY Sports.