Después de un par de años con desempeños más que intrigantes, los Marlins de Miami entraron al pasado receso entre temporadas con muchas razones para considerar cambiar a Pablo López. Si el conjunto todavía no estaría listo para competir en 2022, enviar al venezolano a otra divisa a cambio de un paquete de prospectos listos para causar impacto en el máximo escenario lucía como una alternativa muy lógica.
López, de 26 años de edad, básicamente pasó desapercibido durante sus primeras dos contiendas en las mayores, hasta explotar como serpentinero en la recortada campaña de 2020, cuando registró una efectividad de 3.61, con un WHIP de 1.18, al mismo tiempo en que ponchó a bateadores con un ritmo interesante por primera vez en su carrera.
Al año siguiente, el diestro demostró que esa actuación no fue casualidad, pues marcó un porcentaje de carreras limpias permitidas de 3.07, con 115 recetados y solo 26 boletos en 102.2 entradas de labor. López parecía encaminado a su primer año completo de éxito en las mayores, hasta que una lesión en el manguito rotador de su brazo de lanzar le costó prácticamente el resto del torneo, pues tan solo pudo regresar para trabajar un inning y dos tercios en el último fin de semana de la zafra
A pesar de que la temporada finalizara de forma prematura para él, varios reportes de medios norteamericanos mencionaron su nombre como una posible pieza de cambio durante el invierno, en gran parte debido a que los Marlins contaban con un abanico de talentosos escopeteros que les permitiría soportar la pérdida del oriundo de Cabimas y al mimo tiempo reforzar su debilitada ofensiva con las piezas que pudieran recibir en una posible transacción.
¿Intocable?
Quizás las ofertas que recibió la gerente general del club, Kim Ng, no fueron lo suficientemente atractivas o a lo mejor el criollo jamás estuvo disponible en el mercado, pero sea cual sea la razón, Miami está viendo las recompensas de haberse aferrado con las uñas al joven lanzador.
Tras su primera docena de apariciones este año, López registra una efectividad de 2.30 que era la octava mejor de todo el beisbol antes de la jornada de este martes. Además, también era dueño de un sólido WHIP de 1.02, con 72 ponches y 19 boletos propinados.
En su quinto año como ligamayorista, el derecho está generando más swings fallidos que nunca antes en su carrera, pero también está congelando a una buena cantidad de bateadores con envíos que terminan en la zona de strike. Por si fuera poco, los toleteros rivales están chocando la pelota con poca solidez frente a él, tal como lo demuestra su buen posicionamiento en el percentil 73 en el renglón de contacto contundente recibido.
Un aspecto ligeramente preocupante pudiera ser que López ha perdido algo de velocidad en su bola rápida y en la recta cortada en comparación con el año pasado. Ha promediado 92.8 millas por hora con la recta de cuatro costuras en 2022, una cifra inferior a la marca de 94.1 mph. con el pitcheo en 2021.
Mientras tanto, su «cutter» ha disminuido tres millas por hora en relación a la campaña previa, aunque dicho cambio pudiera incluso ser intencional, para generar un mejor movimiento. Sea o no a propósito, la recta cortada de este año está generando más swings fallidos que la de la campaña anterior.
Sin embargo, es posible que el lanzamiento que esté marcando la diferencia para López en 2022 sea su cambio de velocidad. Si bien es un envío en el que siempre se ha apoyado de forma considerable en su trayectoria, este año lo está utilizando con más frecuencia y con mayor éxito.
El venezolano está lanzando su cambio en un 37.5% de las veces, casi la misma cantidad de ocasiones en las que opta por su recta de cuatro costuras. Entre los abridores, solo Tyler Anderson de los Dodgers y Shane McClanahan de los Rays han generado más swings fallidos con el pitcheo en lo que va del vigente torneo, según Statcast.
En la actualidad, López se encuentra lidiando con una molestia en la muñeca derecha que surgió tras recibir un pelotazo en su más reciente apertura el viernes ante los Astros. Luego de realizar una sesión de bullpen el lunes, se tenía previsto que el serpentinero subiera la lomita el miércoles, tal como tenía previsto, pero un reporte de MLB.com descartó dicha posibilidad, señalando que, en su lugar, los Marlins intentarían abrirle espacio en su rotación para el fin de semana.
De cualquier forma, por fortuna para Miami, se trata de una lesión mucho menos severa en esta ocasión, por lo que López debería retornar más temprano que tarde en su puja por alcanzar su primer Juego de Estrellas.
Con esta nueva actuación destacada de su pitcher, parece inevitable que las oficinas de Miami no vayan a recibir varias llamadas preguntando, otra vez, por la disponibilidad del criollo en las cercanías de la próxima fecha límite de cambios. Si los peces deciden tirar del gatillo en esta ocasión, con casi toda seguridad habrán ganado, pues un López sano y con otra hilera de buenas presentaciones vale mucho más que el del inverno anterior.
Y si los Marlins prefieren aferrarse nuevamente al lanzador, con miras a competir en un futuro cercano, López proyecta mantenerse como uno de los mejores brazos del joven circuito por varios años, gracias a su juventud y constante evolución en la loma.
Sin duda, la gran decisión llegó en el pasado invierno y Miami presionó el botón correcto.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía MLB.com.