La camaradería entre peloteros es una de las relaciones más fuertes que puede existir en un gremio laboral. Si bien hay sus excepciones, en su inmensa mayoría los jugadores de beisbol se protegen unos a los otros, en especial cuando la prensa está involucrada. Pero las declaraciones recientes de Pablo Sandoval sobre su compañero y paisano Ronald Acuña Jr. van más allá de una simple protección.
El “Panda”, al igual que el resto del mundo beisbolero a estas alturas, está muy al tanto del talento con el que cuenta el patrullero de los Bravos; sin embargo, como pelotero profesional rumbo a su décimo cuarta temporada en el mejor beisbol del mundo, su percepción de cuán lejos podría llegar Acuña Jr. es particularmente llamativa.
“Con la forma en la que maneja las cosas, es uno de los mejores patrulleros de las Grandes Ligas en este momento”, le comentó Sandoval al Atlanta Journal-Constitution este miércoles. “Si continúa haciendo lo que está haciendo, con una seguridad de 1000% será un Salón de la Fama”, agregó.
El oriundo de Puerto Cabello no ha podido ver de cerca a su compatriota por mucho tiempo, pues apenas arribó en Atlanta a finales de la campaña pasada. Pero lo que ha visto hasta la fecha es más que suficiente para pronosticar un futuro de inmortalidad para el sabanero.
“Jugué con su papá hace muchos años y tienen el mismo estilo, pero el hijo es mejor”, señaló Sandoval sobre Ronald Acuña padre, exjardinero de amplio recorrido en la LVBP. “Es un jugador de calibre MVP. En Venezuela vamos a tener a otro inmortal en Miggy (Cabrera), pero Ronald también va por ese camino”.
Asimismo, en su corto paso por la organización en 2020, Sandoval vio lo necesario para querer vestir ese uniforme nuevamente este año.
“Una de las cosas que le dije a mi agente cuando se terminó la campaña anterior es que quería regresar sin importar nada”, aseguró Sandoval. “Fue especial pasar tiempo con los muchachos en el equipo del año pasado. Vi día tras día cómo manejaban las cosas y sabía que mi deseo era volver. Quiero un viaje más (a los playoffs) con este grupo”.
El dos veces invitado al Juego de Estrellas, de 34 años de edad, consiguió lo que quería a finales de enero, cuando los Bravos le ofrecieron un contrato de ligas menores con invitación al campamento grande del club. Sandoval inició la recortada contienda anterior con los Gigantes, divisa que lo dejó en libertad el pasado 10 de septiembre, tres días antes de que Atlanta le brindará otra oportunidad.
Sandoval apenas alcanzó a disputar un encuentro con su nuevo conjunto en la ronda regular, consiguiendo un par de boletos en cuatro apariciones al plato. Pese a esto, el venezolano fue incluido en el roster de postemporada y vio acción en tres compromisos de la reñida Serie de Campeonato de la Liga Nacional frente a los Dodgers, en la que se fue en blanco en tres turnos oficiales.
Reavivó la chispa:
Regresar a los playoffs trajo consigo bonitos recuerdos para Sandoval, quien ganó tres anillos de Serie Mundial con San Francisco entre 2010 y 2014.
“Fue algo similar a esos cinco años con los Gigantes. Este equipo puede ser especial por un largo tiempo porque hay mucho talento joven, incluyendo en la rotación abridora. Es una novena especial y similar”, señaló.
En su momento reconocido como un tercera base de todos los días en California, han pasado varios años desde que Sandoval cumplió un rol de regular en el máximo escenario. Por ende, el ambidiestro ha tenido que realizar ajustes en su preparación, con miras a cumplir con eficacia su nuevo estatus de suplente y así alargar su carrera lo más posible.
“Este es un nuevo paso en sus carreras porque quieren continuar jugando”, dijo el mánager Brian Snitker sobre Sandoval y el resto de veteranos en búsqueda de trabajo con el equipo grande de los Bravos en la actual pretemporada. “Muchos tipos no quieren hacer eso. Prefieren retirarse antes de conformarse con un puesto de banca. Es difícil aceptarlo cuando has sido un jugador regular en el pasado”, añadió.
No obstante, Snitker sabe que la experiencia tiene un peso considerable en cualquier organización, y en especial en una como la suya, que está repleta de jóvenes hambrientos por ganar.
“Definitivamente esos roles no son para todo el mundo. Necesitas contar con la mentalidad adecuada. Pero cuando un individuo la tiene, puede ser muy valioso para un equipo”, indicó el capataz.
Tras un lento comienzo en el spring, conectando apenas dos imparables, incluyendo un doble, en sus primeros 11 turnos (.181 AVG), Sandoval pareciera haber encontrado un mejor ritmo recientemente, al sacudir para .500 de promedio (12-6) en sus últimos cinco choques hasta el miércoles.
“Lo único que podemos evaluar es lo que están haciendo en este momento. Debemos guiarnos por eso”, dijo Snitker en referencia al desempeño primaveral de sus jugadores más experimentados. “Cuando los peloteros van envejeciendo, no sabes en qué momento finalizará el conteo de sus relojes. Todavía necesitan causar un impacto porque están aquí y tenemos los ojos sobre ellos”.
En sus 34 desafíos disputados entre Gigantes y Bravos en la zafra pasada, Sandoval ligó para .214/.287/.262, con un jonrón y seis empujadas. A pesar de que el declive en sus números ofensivos ha sido constante desde su despedida inicial de San Francisco, el toletero confía en que factores externos jugaron un papel crucial en su flojo rendimiento de hace un año atrás.
“La COVID-19 complicó todo”, expresó el MVP de la Serie Mundial en 2012. “Tuvimos que pararnos por casi tres meses y luego regresar al beisbol. Este año es distinto. Nos preparamos durante la temporada muerta para comenzar a tiempo y jugar 162 duelos”.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AJC.