Para Márquez, «minimizar el daño» es el próximo paso hacia la consolidación

El repertorio está allí, eso siempre ha sido de conocimiento popular. Las presentaciones de primera línea también han sido frecuentes para Germán Márquez. Incluso este año recibió su primera chapa de All-Star, que lo expuso ante el mundo beisbolero como el abridor estelar que los Rockies saben que es. Pero algo sigue impidiendo que el venezolano pueda entrar en el mismo club de los Max Scherzer, Walker Buehler, Gerrit Cole y otros «ases» del momento.

Si bien cualquier serpentinero tiene derecho a una que otra jornada negativa en un calendario tan extenso, en el que por lo general realizará 30 o más apariciones en una temporada, el gran diferenciador entre Márquez y el resto de los iniciadores estelares ha sido la cantidad de bajones experimentados y la magnitud de los mismos.

Este pasado viernes, el oriundo de San Félix afrontó su más reciente apertura defectuosa. En cuatro episodios frente a los Nacionales, Márquez toleró ocho hits y seis carreras, con apenas un ponche y dos boletos otorgados.

Entre sus 30 apariciones en lo que va del presente torneo, el diestro acumula cinco salidas en las que ha tolerado más de cuatro anotaciones. La peor de ellas llegó el 4 de mayo, cuando los Gigantes lo castigaron con seis incogibles y ocho rayitas en apenas dos tercios sobre el ruedo.

Sin embargo, también sale a relucir su pobre desempeño contra los Rojos el 12 de junio, cuando a pesar de completar cinco actos, permitió 12 imparables y nueve carreras, ocho de ellas limpias.

Saber cómo fallar:

«Un mariscal de campo tiene sus días malos», le comentó el mánager de los Rockies, Bud Black, a The Denver Post. «Cuando las cosas no salen bien, no encontrará a sus receptores y caerá en intercepciones. Pero con Germán, podemos aliviar algunos de sus números abultados«.

Como un veterano del beisbol, nadie tiene que explicarle a Black que los pitchers tendrán altibajos; no obstante, su punto radica en la capacidad que tienen los brazos estelares de reducir el impacto de esas malas salidas.

«Ese es el reto. Hacer que las aperturas malas no sean tan malas. Las salidas negativas, para un abridor, no deberían ser de siete, ocho o nueve carreras. Germán necesita minimizar el daño en juegos que no son tan buenos para él. Ese es el siguiente paso. Es lo que quiero ver. Una mala aparición debería ser trabajar cinco episodios y permitir cinco carreras, no laborar dos actos y tolerar ocho rayitas», continuó el mandamás.

Tras su actuación del viernes, el criollo dejó su efectividad en 4.16 en el presente torneo. Si esas cinco asignaciones en las que recibió tanto castigo no hubieran ocurrido, el porcentaje de carreras limpias permitidas marcara tan solo 2.62.

Conociendo las ganas de competir y de mejorar que ha mostrado Márquez hasta ahora en su carrera, Black confía en que es cuestión de tiempo para que su iniciador pueda dar ese siguiente paso.

«Germán es muy orgulloso, en especial ahora con el lugar en el que se encuentra tras convertirse en un All-Star«, explicó Black. «Pero un All-Star no debería tener ese tipo de salidas. Se toma muy en serio el hecho de hacer las cosas bien y cuando no lo logra, es motivación para él», agregó.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: USA Today Sports.

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