Los problemas de los jugadores latinos para reportarse a tiempo a los entrenamientos primaverales cuando están en medio de procesos de solicitud de visas no son nuevos. Cada año se suman casos que obligan a los conjuntos a tomar medidas alternativas en sus preparativos para la temporada; y por ende, también llevan a los protagonistas a hacer lo propio.
Ranger Suárez, quien ya tuvo inconvenientes con su visado previo al spring training pasado, vivió una odisea para poder recibir su documentación nuevamente este año. El zurdo no pudo reportarse a tiempo al campamento de los Filis por esta razón y en su lugar debió esperar hasta este pasado jueves para poder hacerlo.
Para los jugadores venezolanos, obtener la visa de trabajo para los Estados Unidos puede resultar particularmente problemático. Debido a la crisis que atraviesa el país desde hace muchos años y al deterioro de las relaciones gubernamentales entre ambas naciones, muchos ciudadanos de la región sudamericana deben viajar hasta Colombia para poder hacer su solicitud.
En esta oportunidad, Suárez no fue la excepción. El pitcher tuvo que viajar desde su casa en Venezuela hasta territorio neogranadino, haciendo escala en Panamá, para poder completar un proceso que demoró alrededor de 10 días. Todo eso con la presión de que el resto de sus compañeros ya comenzaba a prepararse en las instalaciones de la novena en Florida.
Una mano amiga:
Por fortuna para el siniestro, el paro patronal de la gran carpa concluyó justo a tiempo para que directivos del combinado pudieran ponerse en contacto con los jugadores una vez más. Eso fue de gran ayuda para Suárez, incluso en un suelo neutral como el colombiano.
«Los Filis me ayudaron a hacer amigos en Colombia», le comentó Suárez a The Philadelphia Inquirer recientemente. «Fui a un estadio allá y solté el brazo. Lancé largo con algunos de ellos. Así fue cómo entrené«.
También para suerte del serpentinero, las oficinas cuáqueras cuentan con presencia criolla que comprende las vicisitudes que atraviesan los venezolanos en la actualidad para optar y recibir su visa. Jorge Velandia, ex pelotero y actual asistente a la gerencia general de Filadelfia, no titubeó en contactar a Suárez con algunos peloteros en Colombia que podían ayudarlo.
En gran parte gracias a esa ayuda de Velandia, Suárez considera que no tendrá problemas en estar listo para el inicio de la próxima temporada, en la que el zurdo tiene previsto partir como miembro de la rotación abridora, tras una sensacional campaña 2021.
En 39 apariciones con los Filis el año pasado, 12 de ellas como iniciador, el nativo de Pie de Cuesta registró una diminuta efectividad de 1.36 y un WHIP de 1.00 en un total de 106 entradas de labor. Suárez se convirtió en el primer lanzador con un porcentaje de carreras limpias permitidas inferior a 1.50, en una campaña en la que haya lanzado un centenar de innings o más, desde Bob Gibson en 1968.
«Hacia allá estoy tratando de ir«, señaló el brazo al ser mencionado junto con el inmortal. «Pero siendo honesto, me hace sentir muy, muy orgulloso de mí mismo. Me hace feliz saber que estoy en ese grupo de lanzadores que se desempeñó muy bien y tuvo bastante éxito. Eso me brinda mucha confianza», añadió.
No obstante, el zurdo sabe que los triunfos del ayer no son suficientes en el presente. Como un pitcher de tan solo 26 años de edad, Suárez reconoce que hay trabajo por hacer para mantener la consistencia y ayudar a los Filis a regresar a la postemporada por primera vez desde 2011.
«Tengo que ser sincero conmigo mismo. Sé que este año es diferente. Tengo que seguir entrenando, haciendo lo mío, trabajando duro. El éxito que tuve el año pasado no me hará lanzar más strikes. Debo seguir trabajando», concluyó.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía NBC Sports.