Es fácil pensar en Atlanta o La Sabana cuando se menciona a Ronald Acuña Jr. Su nombre es sinónimo de alegría, emoción y hasta de heroísmo en ambos lugares, a pesar de su corta edad. Pero el impacto de este jardinero de 23 años de edad va mucho más allá de Estados Unidos y Venezuela, al punto de incluso transcender continentes, con un madero que se ha escuchado del otro lado del mundo.
Por allá en 2016, Acuña Jr. hizo una parada en Australia, algo poco común para prospectos de su envergadura. El criollo se había perdido una porción considerable de la temporada de ligas menores por una lesión, y al finalizar la zafra, los Bravos decidieron prestar sus servicios a los Aces de Melbourne para que completara su carga de trabajo prevista para ese año.
La estadía de la joya venezolana por Oceanía fue corta, tan solo de unos 20 compromisos, pero su huella ha quedado estampada en la organización y en la liga en general hasta la fecha.
“El cabello, la sonrisa, la actitud. Lo tenía todo”, recordó Jon Deeble, mánager del conjunto australiano, en declaraciones recogidas por FOX5 Atlanta. “Esos peloteros así, los buenos, tienen esa mirada particular en los ojos. Él es uno de ellos”.
Ronald siendo Ronald…desde temprano:
En su pasantía con los Aces, el “Abusador” no dejó duda de la razón por la cual Atlanta y las Grandes Ligas lo tenían rankeado como el mejor de su generación. Acuña Jr. dejó una robusta línea ofensiva de .375/.446/.556, con un par de jonrones, 13 remolcadas y un OPS de 1.001. Además, mostró un poderoso brazo desde el jardín derecho y una confianza que lo ha acompañado hasta el día de hoy.
A pesar de que han pasado más de cuatro años desde aquella experiencia, Deeble la recuerda muy bien, en especial un encuentro ante los Gigantes de Adelaide en el que ambos conjuntos tuvieron problemas para anotar. Con el juego empatado en los innings finales y el guardabosques corriendo en tercera, el capataz de los Aces pasó de confundido a sorprendido en un abrir y cerrar de ojos.
“Me volteó a ver. Yo no hablaba español y él tampoco inglés, pero estaba haciendo un gesto con su cabeza. Mi respuesta fue hacerle saber que no sabía lo que estaba insinuando. Acto seguido se robó el plato y ganamos el juego”, contó.
Como si su personalidad dentro del terreno no fuera lo suficientemente llamativa e intrigante, el Novato del Año de la Liga Nacional en 2018 también es adorado por sus compañeros gracias a su constante actitud fiestera y a su capacidad de divertirse en todo momento.
Deeble, quien dirigió a un Acuña Jr. de apenas 18 y 19 primaveras, pues el criollo cumplió años en medio de la campaña australiana, asegura que esa personalidad contagiosa no fue adquirida recientemente.
“Cada vez que lo veías estaba bailando. Por estos lados no tenemos mucha música latina, pero siempre que estabas alrededor de él tenía sus canciones sonando”, explicó el timonel. “Estaba enseñándole a los muchachos cómo bailar con sus pasos latinos. Todos lo amaban”.
No obstante, Deeble asegura que el toletero no vio su paso por Australia como unas vacaciones; en su lugar, el entonces adolescente se transformó en un ejemplo a seguir para sus compañeros de equipo.
“Volvemos a la mirada que mencionaba antes. Podías verla y darte cuenta de que quería jugar y liderar”, continuó.
El impacto de Acuña Jr. en el país fue tal, que cuando se originó el problema entre el jardinero, el pitcher José Ureña y otros lanzadores de los Marlins que le propinaron pelotazos con frecuencia hace un par de zafras, el circuito australiano cambió momentáneamente su nombre en Twitter a “Liga de Beisbol Acuña”, en un intento por mostrar su apoyo hacia el criollo de forma jocosa.
Asimismo, los Aces todavía tienen a la venta en su portal web réplicas de las jerseys de Acuña Jr., mismas que incluso están disponibles para envíos a los Estados Unidos.
“Ahora vas a nuestros juegos y la mitad del estadio está full de jerseys con el nombre de Acuña en la espalda. Era un personaje especial. Solo disputó 20 juegos con nosotros, pero es parte de la familia aquí”, cerró Deeble.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía ABL.