Un vistazo a profundidad de qué ha salido mal con Jesús Luzardo hasta ahora

No hay un único recorrido para los grandes prospectos del beisbol en sus primeras experiencias en el máximo escenario. Algunos triunfan desde el inicio y nunca ven hacia atrás, mientras que otros sufren en carne viva el incremento de dificultad y tardan en adaptarse, incluso al punto de necesitar otro viaje a las ligas menores.

También están los casos de aquellos que por momentos responden a la asignación con excelencia, pero fracasan en su intento por hallar la consistencia. En este último grupo parece encajar el venezolano Jesús Luzardo, cuyo potente brazo ha dado destellos de grandeza desde su ascenso en 2019, aunque también ha dejado en evidencia su vulnerabilidad como serpentinero.

Tras un debut impactante en el que dejó efectividad de 1.50, con un WHIP de 0.66 en seis presentaciones como relevista hace dos años, Luzardo tuvo su primera prueba como iniciador en la recortada zafra anterior, misma que dejó al descubierto muchas facetas de su juego en necesidad de mejoría.

Este año, la esperanza era que el siniestro estuviera listo para tomar su puesto como «as» de la rotación de los Atléticos y establecerse como uno de los mejores pitchers de la Liga Americana; sin embargo, y aún cuando dicha expectativa sigue vigente, sus primeras tres aperturas del año han generado más dudas que respuestas.

Trío de pruebas con más bajas que altas:

Los números tradicionales son bastante negativos de por sí. Una efectividad de 8.31, con un WHIP de 2.00 en 13 episodios de labor. Sus 12 carreras limpias permitidas eran la mayor cantidad de cualquier lanzador de su liga antes de la jornada del miércoles.

Un vistazo a profundidad a los números de Luzardo ofrece algunas respuestas a la interrogante de qué está pasando con el joven fenómeno de Oakland.

Uno de los primeros detalles que sale a relucir es que la velocidad de su recta ha bajado del percentil 85 en 2020 al 81 en lo que va de esta contienda, pero la reducción ha sido tan baja (de 95.5 millas por hora a 95.0 mph.) que realmente no luce como un problema real por los momentos.

Donde sí parece haber inconveniente es en el movimiento que esa bola rápida ha tenido en las primeras de cambio de esta campaña. El «spin» de su recta pasó del percentil 80 en 2020 al 62 tras su trío de presentaciones este año. Asimismo, el movimiento de su curva también se ha disminuido de forma considerable (del percentil 53 al 28).

Todo parece indicar que esa falta de movimiento en dos de sus principales lanzamientos (la recta ha sido su pitcheo más utilizado desde 2020, mientras que la curva fue su tercer envío más usado el año pasado y ha sido el segundo este año), está contribuyendo a que los bateadores rivales hagan contacto con mayor facilidad y contundencia.

El porcentaje de whiff del exprospecto en 2020 se ubicó en un respetable percentil 71, a diferencia de una posición mucho menos alentadora de 41 en lo que va del 2021. A su vez, su tanto por ciento de «chase» o pitcheos fuera de la zona a los que ha conseguido que sus contrincantes le hagan swing está en apenas 18.3%, muy inferior a las cifras marcadas en 2019 (25.3%) y el año pasado (26.3%).

Luzardo, de 23 años de edad, ha visto cómo el movimiento vertical de todos sus pitcheos ha disminuido en estas primeras tres salidas ante Astros, Dodgers y Cascabeles. Su curva pasó de un movimiento de caída vertical de 46.3 pulgadas en su año de estreno, a 39.3 en 2020 y 38.1 este año.

Su recta de cuatro costuras bajó de 16.9 pulgadas a 15.4 de 2020 a 2021 y su cambio pasó de 31 a 28.5.

Por otro lado, el promedio de velocidad de salida frente a los pitcheos de Luzardo en sus primeras tres apariciones de este año se incrementó con respecto al del año pasado (de 88.9 mph. a 90.2 mph.), al igual que su porcentaje de «barrel», que mutó de 7.1% en 2020 a 11.6% recientemente.

En 940 pitcheos que realizó en la contienda anterior, el criollo toleró un total de 12 barrels; mientras que en sus 259 hasta ahora en 2021 ya ha permitido cinco.

Un margen de apenas tres aperturas no es digno de encender alarmas ni mucho menos, pero Luzardo continúa enfrentando severos problemas para encontrar la tan deseada consistencia en el máximo escenario.

Su salida de 2.2 capítulos ante Arizona este martes significó la apertura más corta del zurdo en su breve trayectoria en la gran carpa hasta los momentos, permitiendo cinco carreras y seis imparables, al mismo tiempo en que regaló dos pasaportes.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Atléticos.

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