El fútbol es hermoso, pero también cruel y, al menos, el domingo lo fue con Kylian Mbappé, quien se quedó con ganas de levantar su segundo trofeo consecutivo en Mundiales, tras la derrota en penales 4-2 de Francia ante Argentina.
Con dos anotaciones (una de penal y otra en jugada) en el tiempo regular fue vital para que La Tricolor se recuperara de un déficit de 2-0 y al empatar 2-2 con Argentina forzó el alargue. En la prórroga, volvió a mostrar su talento al convertir un penalti en las postrimerías y decretar el 3-3 con el que concluyó el tope.
Así completó el primer hat-trick en finales del máximo evento de selecciones en 56 años y eso no fue suficiente, porque en la tanda de penas máximas La Albiceleste fue superior. Eso sí, en la serie de tiros desde el manchón Mbappé también mandó la bola al fondo de las redes, para demostrar su calidad.
Un privilegio para Mbappé
Aunque no pudo levantar el trofeo, tal y como lo hizo en el Mundial Rusia 2018, Mbappé se unió a un exclusivo club porque emuló lo hecho por el inglés Geoff Hurst, quien era hasta el 18 de diciembre de 2022 el único que había logrado un triplete en finales de citas planetarias.
Hurst lideró a un seleccionado de Inglaterra que derrotó 4-2 a Alemania en un partido que necesitó de un tiempo extra para su definición y se disputó en Wembley. Allí la escuadra británica logró su única consagración.
Además igualó el número de tantos (12) a lo conseguido por Edson Arantes Do Nascimento, mejor conocido como “El Rey Pelé”, para ubicarse en el sexto lugar de la lista de todos los tiempos. Todo en una noche en la que Lionel Messi, capitán de Argentina, levantó el trofeo para darle a su oncena su tercera estrella. Francia, pese al esfuerzo, se quedó con dos astros sobre su escudo.
Apoyo en un duro momento
Mbappé, de 23 años y quien apenas ha disputado un par de certámenes orbitales, recibió el consuelo del arquero gaucho Emiliano Martínez tras la debacle de Francia en los lanzamientos desde el punto fatídico.
También fue abrazado por Emmanuel Macron, presidente de Francia, tras un torneo de leyenda en el que con ocho anotaciones se quedó con el Botín de Oro, otorgado al máximo artillero.
Fue el premio de consolación para un crack que, seguramente, tendrá su revancha en el futuro y Didier Deschamps, entrenador del cuadro galo, espera que eso suceda.
“Kylian Mbappé dejó su huella en esta final y seguramente su futuro será brillante”, señaló Deschamps a la agencia AP, luego que su ariete recibió la Bota de Oro y contempló con tristeza cómo Francia culminó su reinado tras cuatro años y medio.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: FIFA