El delantero venezolano Mario Rondón emergió desde el banco de suplentes para ser uno de los baluartes en el título que firmó este jueves el CFR Cluj en la Supercopa de Rumanía tras vencer al Steaua de Bucarest en la definición desde el punto penal, después que el choque final terminase igualado sin goles en el tiempo reglamentario y la prórroga.
Rondón no demoró mucho para ingresar al terreno de juego, pues su entrenador, Edward Iordanescu, le dio entrada cuando apenas se jugaba el minuto 8 y desde el mismo momento en que pisó la grama se convirtió en protagonista.
Suyos fueron dos de los tres acercamientos serios que tuvo el Cluj durante la primera parte, en principio con un cabezazo (minuto 14) y luego con un remate dentro del área que se estrelló en la malla lateral del arco defendido por Andrei Vlad (27).
Mario Rondón enseñó en camino en la tanda de penales
Sin embargo, el marcador no se movió ni en los 90 reglamentarios ni en el suplementario y el título debió definirse desde los 12 pasos.
Rondón, atacante de 35 años que cumple su cuarta campaña en el fútbol rumano, recibió la confianza de su entrenador y fue asignado para lanzar el primer disparo del Cluj en la ronda de los penaltis, una responsabilidad ante la cual no se amilanó, sino que, todo los contrario, se agigantó y con nervios de acero, abajo, a la derecha del portero y ceñido al palo, transformó el cobro para marcar el camino de su equipo rumbo a la consagración.
Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez
Foto: Cluj
