Garbiñe Muguruza fue presa fácil de la checa Petra Kvitova y sucumbió en dos sets (6-2 y 6-1) durante la final del Abierto de Catar, con lo que falló en su intento de poner fin a la sequía de títulos, vigente desde abril de 2019.
Así las cosas, la hispano-venezolana perdió su tercera final consecutiva, después de ceder ante la estadounidense Sofia Kenin en la definición del Abierto de Australia de 2020 y caer ante la australiana Ashleigh Barty, número uno del mundo, en el choque decisivo del Yarra Valley Classic, disputado el mes pasado en Melbourne.
La nacida en Caracas levantó su último trofeo de campeón el 7 de abril de 2019, cuando venció a la bielorrusa Victoria Azarenka en el partido definitivo del Abierto de Monterrey, en México.
No hubo revancha para Muguruza
Muguruza buscaba revancha de la derrota sufrida ante la checa en Doha hace tres años, pero terminó, como aquella vez, con las tablas en la cabeza. De hecho, en esta ocasión fue mucho más fácil para Kvitova doblegarla, pues consumó el triunfo en dos mangas y 66 minutos de juego, cuando en la primera batalla debió remontar una desventaja inicial para llevarse la corona en tres parciales (3-6, 6-3 y 6-4).
La tenista de 27 años, de madre venezolana y padre español, tuvo problemas para colocar su revés, el que suele ser su golpe más letal, y terminó con 27 errores no forzados, sin contar que cometió un par de doble falta en momentos claves del ‘macht’. Aparte de ello, solo capitalizó una de sus siete oportunidades de quiebre.
Sin tiempo para descansar, Muguruza viajará a Dubái para participar en su primer WTA 1000 del año, un certamen en el cual serán bajas seis de las primeras diez jugadoras del ranking de la WTA.
Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez
Foto: @VamosGarbi