En la urbanización Boyacá III, ubicada en Barcelona, estado Anzoátegui se encuentran peleadores que labran su futuro en condiciones que no son las más aptas para formar a los futuros campeones en la tierra oriunda del capitán de la selección nacional Gabriel Maestre.
El boxeo le ha otorgado seis de las 15 medallas que posee Venezuela en los Juegos OlÃmpicos y es la cuna de campeones recordados a lo largo de la historia. Sin embargo las condiciones económicas que se viven en algunos sectores menos desfavorecidos hacen mella en la formación de nuevos atletas.
Francisco Brito tiene más de 20 años en la disciplina, es profesor de boxeo en la escuela de boxeo Boyacá, que está dentro del Complejo Polideportivo Yulimar Rojas. Allà está al mando de 26 jóvenes que tienen entre nueve y 16 años, varios de ellos participantes de diferentes eventos a escala regional y nacional como los Juegos Nacionales Cadetes, aunque a estos no pudieron asistir por falta de transporte.
La academia hace vida en el complejo polideportivo desde su inauguración en 2017, aunque sus condiciones económicas no son fáciles para mantenerse en pie, pues ofrecen un servicio gratis a la comunidad y muchos de los atletas son provenientes de zonas de escasos recursos en »Los Tronconales», nombre con el que se le conoce popularmente a Boyacá.
Cuentan con solo tres sacos
Apenas hay tres sacos de boxeo, una de ellas en muy mal estado y es subida a uno de los tubos que sirven como soporte del techo del gimnasio al aire libre por parte de los propios alumnos.
»Esto es gratuito, el Estado no ha colaborado con nada para los materiales. Sólo le pedimos una colaboración a los atletas de 1000 bolÃvares en efectivo para ver si reparamos los sacos que tienen desde 2011 aquû, comenta Brito
Después de terminada la jornada de calentamiento previo los muchachos van a trotar alrededor del campo de fútbol Jesús Yendis, situado al lado del gimnasio en el que practican después de culminada la jornada de Taekwondo los dÃas jueves para dar marcha al clásico »guanteo».
Los 26 chamos asisten a las clases de boxeo de lunes a viernes de 4:00 a 6:00 pm, en busca de seguir mejorando para representar al paÃs en los Juegos OlÃmpicos y seguir la estela de Francisco »Morochito» RodrÃguez, Yoel Finol o Gabriel Maestre.
Uno de ellos es José MartÃnez, púgil de 16 años que se encuentra compitiendo en la categorÃa -63kg. Él practica desde 2016 este deporte de la mano de Brito, quien lo ha guiado a clasificar a los Juegos Nacionales de Cadetes representando a Anzoátegui, siendo una de las expectativas para obtener medalla en el evento, pero no pudo acudir por temas de logÃstica.
»Mi sueño es ser profesional y clasificar en un futuro para los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y los Juegos OlÃmpicos de 2024», afirma MartÃnez, quien cumple con una jornada de trabajo de pesas dos horas antes del inicio de la práctica.
La historia de este joven es muy similar a la de otros atletas que están dando sus primeros pasos dentro del deporte amateur en las condiciones actuales de Venezuela.
Valores, crecimiento y contraste sobre el tatami
Justo al lado de la escuela de boxeo Boyacá está la academia Juan José Rojas, fundada por el profesor y Gran Maestro del Taekwondo homónimo hace 22 años, el 8 de noviembre de 1997.
Este también ofrece clases gratuitas a más de 50 niños y niñas de la comunidad que desean dar sus primeros pasos en el Dojang, previa autorización de sus padres, a partir de los cinco años de edad e igualar la gesta de Adriana Carmona o Arlindo Gouveia.
Rojas tiene más de 40 años dentro del mundo del Taekwondo, incluso es miembro del comité organizador de la Copa Embajador de Corea que se realizará en el Gimnasio Luis Ramos el próximo fin de semana (15-17 de noviembre).
»Sembrar valores para los futuros campeones» es el lema de la escuela y al entrar es visible la educación que se maneja tanto de los alumnos que escuchan atentamente las instrucciones como por parte de los padres que antes de saludar hacen reverencia en señal de respeto para con Rojas.
»Aquà no le pedimos mucho para entrar, apenas el permiso de los representantes y la fotocopia de la cédula».
Tampoco son muy estrictos con el uso del tradicional uniforme Dobok. Incluso en la venidera Copa Embajador se permitirá a los competidores pelear con franela, mono deportivo y el respectivo cinturón, en una medida que trata de aliviar los esfuerzos y gastos hechos por los padres para que sus hijos puedan seguir en este arte marcial.
Con la vista en el futuro
El deporte amateur en Venezuela ha sido uno de los más golpeados por la situación económica que embate al paÃs en el último lustro y a pesar de todos los contratiempos que maneja se mantiene pujante con lo que tenga a la mano para seguir dando futuros medallistas olÃmpicos que dejen en alto el estandarte patrio en certámenes internacionales.
Texto: Alejandro Jesús Fernández / @AlejoFer1398
Foto: Alejandro Jesús Fernández
