Los jugadores de rol de los Lakers fueron estrellas

Caldwell-Pope lideró a los "escuderos"

El aporte de los jugadores de rol de los Lakers fue crucial para que los angelinos pudieran ganar el cuarto juego de la serie final ante Miami. Ni LeBron James ni Anthony Davis desentonaron, pero tampoco fueron sumamente destacados en el apartado ofensivo. Ante un rival tan versátil que puede herirte con cualquier hombre, LA debía ser capaz de igualar o superar dicho condicionante. Este martes lo lograron.

Los Lakers de Caldwell-Pope

En el primer cuarto, Kentavious Caldwell-Pope anotó una decena de puntos. Fue un período bastante parejo, de posesiones ofensivas muy incómodas. Sus puntos permitieron a los Lakers resistir a la agobiante defensa del Heat.

Luego desapareció… hasta en el momento en el que la pelota genera quemaduras de tercer grado. Con el juego 90-88 a favor, no hesitó al recibir un pase de James en transición: lanzó de inmediato el triple y lo encestó.

Inmediatamente los de Frank Vogel consiguieron parar en defensa a Miami; acto seguido Caldwell-Pope recibió el balón, sin ningún tipo de ventaja y en los últimos segundos de la posesión. Por fortuna detectó que lo marcaba Duncan Robinson, un elemento débil en defensa, así que lo retó y finalizó con una excelente bandeja para aumentar la ventaja a siete puntos (95-88).

Terminó con 15 puntos y 5 asistencias. Y lo más importante, con dos canastas que valieron un triunfo más que necesario para los suyos.

Obreros al rescate

Caldwell-Pope no fue el único jugador «secundario» de los Lakers que demostró por qué está en una plantilla que compite por el título.

Rajon Rondo es un hombre campeón, al que no le tembló el pulso para dirigir la ofensiva en el último minuto y medio del encuentro. Primero con una bandeja para responder al triple de Jae Crowder y aumentar la ventaja a seis (97-91).

Finalmente consumió casi la posesión entera antes de dejarle el balón a Anthony Davis, quien con un triple sentenció el triunfo angelino.

Mucho mérito tienen los nueve puntos de Markieff Morris y de Kyle Kuzma, al igual que los siete tantos de Alex Caruso. Los tres, viniendo del banquillo, jugaron bastantes minutos.

Los Lakers dieron un mensaje claro, que más de una vez se puso en entredicho: son más que LeBron James y Anthony Davis, son un equipo sólido. Pocas veces en una serie final veremos a un conjunto que presenta una rotación de nueve jugadores, en el que ninguno ingresa por «minutos basura».

En el game 4 solo Dwight Howard jugó menos de 19 minutos. Irónicamente fue titular, pero el parado que mostró Miami obligó a Vogel a sentarlo por el bien común. Misma razón por la que no juega JaVale McGee.

JR Smith tampoco vio minutos, a diferencia del tercer juego. Contando a los jugadores mencionados anteriormente, suman 11 hombres que en algún momento fueron parte de la rotación. Siendo más «profundos» aún, no olvidemos que Avery Bradley se bajó de la burbuja, pero fue un elemento clave todo el año. Tremendo.

Los jugadores de rol de los Lakers no solo fueron estrellas este martes. Lo han sido en otros momentos y lo serán más adelante.

Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF.
Foto: NBA.

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