La reciente firma de José Ureña con los Tigres de Detroit no ha causado mucho ruido en el mundo beisbol, y es perfectamente entendible. El dominicano viene de un par de campañas para el olvido, tal cual como los bengalíes.
Pero es justo por eso que ambas partes están hechas el uno para el otro rumbo a la venidera temporada de las mayores. Ureña estará en un ambiente de muy poca presión en 2021, lo que le permitirá al derecho de 29 años de edad intentar retomar su forma de hace algunas zafras.
Si bien el quisqueyano ha registrado efectividades por encima de 5.00 en cuatro de sus seis temporadas en las mayores hasta ahora, todas con el uniforme de los Marlins, no es menos cierto que entre 2017 y 2018 demostró que sí cuenta con el talento necesario para triunfar en el máximo nivel.
En 343 entradas y dos tercios de labor en esas dos temporadas combinadas, Ureña marcó una buena efectividad de 3.90. La principal carta de presentación del serpentinero a lo largo de su carrera ha sido su poderosa recta, que ha rankeado por encima del percentil 70 en cada una de sus campañas en las mayores, incluyendo una marca sobre el percentil 80 en las últimas cinco.
Con mucho por pulir
Mientras tanto, el gran problema para el oriundo de Santo Domingo es que sus percentiles en el resto de los departamentos han sido muy poco alentadores. Pero es allí cuando la alianza ideal con los Tigres, que firmaron a José Ureña por un año y 3.25 millones de dólares el pasado 23 de diciembre, cobra relevancia.
A comienzos de noviembre, la organización felina anunció la contratación de Chris Fetter como su nuevo coach de lanzadores. Fetter viene de varios años como instructor en la Universidad de Michigan, en los que su trabajo ha generado cualquier cantidad de elogios. Más importante aún, el nuevo jefe del pitcheo en Detroit está acostumbrando a trabajar con jóvenes talentosos que buscan refinar sus arsenales para conseguir el éxito.
Con un equipo de Miami que contó en este 2020 con una rotación de brazos lo suficientemente avanzados para generar resultados positivos de inmediato, gracias a Sixto Sánchez, Sandy Alcantara y Pablo López, no fue sorpresivo que la organización optara por dejar en libertad a un Ureña todavía en búsqueda de la fórmula indicada para mantener el éxito en las Grandes Ligas.
Sin embargo, con los Tigres, José Ureña se sumará a una rotación que espera contar con lanzadores de historias recientes muy similares a las del dominicano, como Matthew Boyd y Michael Fulmer, ambos en búsqueda de recuperar la forma tras pobres desempeños en 2020. Asimismo, están los prospectos Casey Mize y Tarik Skubal, debutantes de la campaña 2020 que forman parte fundamental del futuro de la divisa, pero que todavía tienen mucho potencial por explotar.
Disponibilidad de tiempo
Más importante aún, las expectativas colectivas de los Tigres para la próxima campaña son muy bajas. Detroit continúa en un proceso de restructuración con miras a competir en un futuro cercano, por lo que Ureña podrá enfocarse completamente en su desempeño individual, bien sea para convencer a Detroit de ofrecerle una extensión de contrato a finales de 2021, o para atraer el interés de otras organizaciones.
Ureña llega al equipo indicado en el momento indicado de su carrera, mientras que los bengalíes reciben a un lanzador con una recta explosiva, aunque todavía con problemas para utilizarla de forma efectiva constantemente. El diestro tiene las cualidades necesarias para ayudar a la novena a dar el siguiente paso en su proceso; por su parte, el escuadrón, aún liderado por Miguel Cabrera, no solo tiene las herramientas, sino también el tiempo para arreglar ese portentoso brazo.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza
Foto: MLB