Dos años le bastaron a Yeferson Soteldo para ganarse a toda la afición del Santos FC. Un club que gozó de tener al mejor jugador de su época, Pelé, y la última gran estrella brasileña, Neymar. El venezolano se hizo con un lugar en el corazón de los peixes por su talento, osadía y capacidad de espectáculo dentro del campo. Levantó a más de uno con cada gambeta, fuera en un amistoso o en la semifinal de la Copa Libertadores.
Se sintió el amor en las redes sociales
La fanaticada había sufrido meses atrás la posible salida de su consentido, cuando todo parecía darse para que firmara en Arabia Saudita. Incluso tuvo un «partido de despedida» donde le cedieron un tiro desde el manchón penal con el fin de poder decir adiós celebrando un gol, sin embargo, la movida se detuvo como ya se conoce.
Pero esa deuda económica le dejaba las puertas abiertas a «Soteldinho». Era de público saber que podía irse apenas llegara una oferta favorecedora para todos. Así sucedió, cayó desde muchos kilómetros, hacia el norte. Toronto pagó lo necesario y Santos hizo oficial su partida con mucho sentimiento y un mensaje que se volvió tendencia en el país, como más de una vez lo fue por lo hecho sobre el césped: #ObrigadoSoteldo (Gracias, Soteldo).
La huella de Soteldo en Santos
Se marcha tras 105 presencias, 20 tantos, 16 asistencias, y numerosas alegrías provocadas al conjunto paulista. Figura en la llave ante Boca Juniors, 11 ideal de la Libertadores, sus primeros gritos en dicha competencia (3) y la ilusión que le impartió a los jóvenes hinchas. Un mensaje además, no importa el tamaño para alcanzar lo que logró. Rozó la Gloria Eterna, tocó la historia del equipo, abrazó a una institución completa y se adueñó de la mítica «10» sin que le pesara un gramo. El Pequeño dejó una huella gigante. Ahora buscará hacer lo mismo con los canadienses.
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: Santos FC