Pablo López se vio en una disyuntiva cuando apenas tenía 16 años. Era 2012 y tenía la opción de estudiar medicina en La Universidad del Zulia (LUZ), donde sus padres egresaron como galenos. También era pretendido por scouts de Marineros de Seattle, organización de la Major League Baseball (MLB).
Tras meditar varios días, y por un consejo que le dio su padre Danny López –fallecido en 2020-, decidió seguir en deporte de sus amores y, al parecer, la resolución fue la correcta porque es un abridor de MLB con Marlins de Miami.
En un diálogo con Daniel Alfonso, conductor del podcast Corte 4 de MLB.com, confesó que estará eternamente agradecido porque sus papás lo apoyaron en un momento que marcó el rumbo de su vida.
«En mi familia la educación era lo más importante. Muchos criticaron por no ir a la universidad porque la carrera de medicina es muy importante. Sin embargo, mi padre me apoyó en todo momento y me instó a que lo intentara en la pelota porque son chances únicos», dijo López.
«Mi papá siempre me decía que una oportunidad en el béisbol se presenta una vez en la vida y es muy raro cuando vuelve a pasar después de rechazarla. Me pidió que lo intentará porque la universidad siempre iba a estar allí y podía ingresar cuando yo quisiera. Le hice caso y aquí estoy».
López y su amor por la medicina
El lanzador de los peces, adquirido por Miami en 2017 en un canje con Seattle, reconoce que de no ser beisbolista probablemente sería cirujano porque ya había sido admitido por la LUZ tras concluir sus estudios de bachillerato.
Reconoce que tanto el recordado Danny como su madre –de la que se reserva el nombre- lo inspiraron a tratar de laborar en el área de la salud porque durante su niñez frecuentaba los hospitales. Los acompañaba cada vez que cumplían guardias y sus abuelos no podían cuidarlo.
«Mi papá era internista y mi mamá laboraba en ese sector. Yo crecí rodeado de médicos y, de verdad, me sentía bien allí. Tenía la ilusión de vestir mi bata blanca, recorrer los pasillos y usar mi estetoscopio. Quería ser como mis papás porque son mis ejemplos a seguir».
Un cirujano en el morrito
Aunque no llegó a cursar estudios de medicina, en la MLB lució como un auténtico cirujano al punto de ser considerado un puntal de la rotación de Miami.
De acuerdo con Baseball Reference, posee una marca de 3-4 y una efectividad de 2.86, bastante buena para un escopetero en tiempos los cuales abundan los buenos bateadores.
Totalizó 15 aperturas y en ellas se mantuvo en la lomita durante 85.0 innings, en los cuales aceptó 27 carreras limpias, repartió 21 bases por bolas (una intencional) y recetó 85 ponches. Conservó una relación de boletos y hits permitidos por cada tramo (WHIP) de 1.071.
Algunos cronistas estadounidenses piensan que podría representar a Miami en el Duelo de Estrellas 2021, pautado para el 13 de julio en el Coors Field de Denver, y eso lo enorgullece pues sabe que respondió con creces a la confianza depositada por sus padres que lo impulsaron a cumplir su sueño en los diamantes.
«Mi papá y mi mamá son especiales. Ellos me impulsaron a jugar béisbol y sé que siempre me ayudan a salir adelante. Sé que mi padre me apoya (desde el cielo) y por eso incursioné en esta profesión que muchos no consideraban una carrera con la que se pudiera vivir».
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: MLB