El Real Madrid se ratificó como rey de Europa al conquistar su título 15 en Champions League, gracias a una victoria por 2-0 sobre el Borussia Dortmund en la final disputada este sábado en Wembley Stadium.
Hubo un indiscutido jugador diferencial: Thibaut Courtois. El portero belga tapó de todo en el primer tiempo y ayudó al conjunto merengue a superar un momento de crisis, para mantener el empate sin goles, y dejar preparado el escenario para que su equipo, película repetida, clavase la estocada en los minutos finales.
Que Courtois haya sido figura no es novedad. Lo extraordinario, en este caso, su buena respuesta ante la exigencia que suponía jugar un partido por el título, pese a estar un largo tiempo en inactividad por una grave lesión.
En agosto del año pasado, el belga sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda y en febrero del actual curso, cuando se disponía a volver, se lastimó un menisco de su otra rodilla. Reapareció a principios de mayo y llegó a la finalísima de Champions con poco ‘kilometraje’: apenas cuatro partidos ligueros.
Ancelotti no dudó en darle la titularidad a Courtois, en lugar del ucraniano Andriy Lunin, aun cuando este último había sudo titular y con desempeño solvente en las rondas preliminares del torneo. De hecho, en cuartos de final atajó dos penales al Manchester City y propició el avance del club blanco.
El Londres, Courtois lució intacto, rápido en sus movimientos y con reflejos de felino, como si no hubiese pasado tanto tiempo al margen de los rectángulos. Con tres atajadas mantuvo al Real Madrid frente a un Dortmund que fue superior en la primera etapa y mereció irse a descanso con al menos el 1-0 a su favor. Pero, dicho hasta el hartazgo, el fútbol no es de merecimientos, sino de resultados y con la actuación madridista de la fecha sabatina quedó ratificado.
Cierto es que al revisar el sumario del partido, los apellidos Carvajal y Vinicius resaltarán por encima del resto, al ser los autores de los dos tantos, el del lateral al minuto 74 de cabeza y el del brasileño al 83, tras un servicio de Jude Bellingham, posterior a un ‘regalito’ de un zaguero del cuadro alemán.
Quienes anotan los goles suelen llevarse los méritos, pero el hombre clave en la nueva conquista ha sido indudablemente Courtois.
Una despedida a lo grande para Toni Kross, el elegante e inteligente mediocampista que dirá adiós a las cachas tras la Eurocopa. Fue su sexta orejona, la misma cantidad de Carvajal, Modric y Nacho, para igualar al ícono madridista Paco Gento.