Los fallos defensivos condenaron a Venezuela a una derrota por 2-0 en su visita a Uruguay en la jornada 16 de las eliminatorias suramericanas al Mundial Norteamérica 2026.
En un duelo en el que había que echar mano del oficio y la jerarquía, los charrúas, con futbolistas instalados en las mejores ligas y clubes de Europa, lo tuvieron de sobra y se llevaron los tres puntos en disputa, con goles de Rodrigo Aguirre y Giorgian De Arrascaeta.
La Vinotinto estuvo lejos de un nuevo ‘centenariazo’. Jugó un partido para el olvido. El argentino Fernando ‘Bocha’ Batista dejó a un lado aquello de que once ganador no se toca (la Vinotinto venció a Bolivia en el compromiso previo) y se presentó al mítico estadio de Montevideo con una alineación abridora repleta de novedades, que incluyó un trivote formado por Yangel Herrera, Cristian Cásseres y José Martínez, más dos medios ofensivos, David Martínez y Yeferson Soteldo, además de Salomón Rondón como única punta.
Que Uruguay fue superior nadie lo discute. La posesión de pelota (60% a favor de la celeste) lo confirma. Nada que no estuviese dentro de los cálculos. Era un partido en que se iba a sufrir y la tarea pasaba por minimizar los errores y desconcentraciones para no ofrecer oportunidades al rival.
La Vinotinto no cumplió la encomienda. Dos fallos se convirtieron en anotaciones que pusieron el camino cuesta arriba en el intento de sumar cuando menos un punto. Para colmo de males, ambas dianas las recibió en momentos en que duele mucho: el primero antes del descanso y el segundo minutos después de la reanudación.
Rodrigo Aguirre adelantó a Uruguay al 43 con un remate de cabeza, posterior a un cobro desde la esquina, tras ganarle fácilmente la posición a Jon Aramburu. Un duro golpe para la Vinotinto a poco del entretiempo.
Y De Arrascaeta marcó el 2-0 al 47, apenas reiniciado el careo, con un bombazo desde la frontal del área, en una jugada que nació de una increíble pérdida de pelota de Yangel Herrera (sigue estando en deuda con la selección) cuando trataba de salir en tres cuartos de cancha.
Allí prácticamente murió cualquier esperanza venezolana de arañar un resultado positivo en suelo uruguayo.
Ahora toca mirar hacia adelante, porque, dentro del sabor amargo que dejó la derrota en Uruguay, la buena noticia para Venezuela es que sigue de séptima en la tabla de posiciones y, por tanto, es dueña del boleto de repechaje, con dos jornadas por disputar del proceso clasificatorio de la Conmebol para la Copa del Mundo que el año próximo organizarán Estados Unidos, México y Canadá.
Eso sí, tiene a Bolivia, que le ganó como local a Chile, respirándole en el cuello. La diferencia es de apenas un punto (18 de la Vinotinto contra 17 de la Verde).
A estas alturas, el pasaje directo al Mundial luce como un imposible, más allá de que matemáticamente tenga posibilidades, pues está a cuatro contables de Colombia, ocupante del sexto peldaño.
Entonces, aparece la repesca como última puerta para colarse a la gran cita del fútbol. ¿Qué resultados debe buscar la Vinotinto en sus dos últimas presentaciones para clasificar a esa instancia?.
El 9 de septiembre visita a Argentina y cinco días después recibe a Colombia en el cierre de las eliminatorias. Debe ir en procura de cuatro puntos, aunque su partido clave y seguramente el más importante de su historia será contra los colombianos. Un ganar sí o sí.
Bolivia también tendrá contrincantes difíciles en las dos últimas fechas. Visitará a Colombia en el calor de Barranquilla y será anfitrión de Brasil en El Alto, a 4.150 metros sobre el nivel del mar. Es cierto que jugar en la altura le da una ventaja importante, puede que la tarea se le complique, aún de local, vista la jerarquía del rival, dirigido por Carlo Ancelotti y con futbolistas de primer nivel como Vinicius, Raphinha, Rodrygo y compañía.
El repechaje está allí, a la mano. Queda de parte de Venezuela no desperdiciar una histórica oportunidad. Y depende mucho de cómo pueda plantear esos partidos ‘Bocha’ Batista.
Por Carlos José Méndez / Foto: Rodolfho Chona
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