Brandon Johnson hará su debut en el baloncesto profesional junto a Gaiteros del Zulia en la venidera SPB. Lo que será la vuelta del conjunto furrero a los tabloncillos nacionales le servirá al polifuncional norteamericano que recién terminó una larga y movida trayectoria dentro de la NCAA.
«He mostrado que puedo anotar, puedo defender múltiples posiciones. Siento que soy un all-around que puede impactar en el juego», se describe.
Agradecido e impaciente. Así se muestra a menos de un mes de su salto a la cancha en charla con Sports Venezuela.
Brandon Johnson, cumpliendo un sueño
«Estoy realmente emocionado. Este ha sido un sueño desde que era un niño, ser un jugador de baloncesto profesional. Crecer donde se veía tan lejos y poder cumplirlo significa todo para mí. Poder dejar mi marca en el equipo, el cual está apostando por mí, por eso daré mi 100% y haré todo lo que pueda para poder tener la mayor cantidad de victorias que sea posible», dijo el oriundo de Illinois.
Será una experiencia fuera de su zona de confort, como lo es para cada jugador que deja su país en búsqueda de una chance como esta. Más aún desde Estados Unidos. Escuchar otro idioma día a día.
Acerca del cambio evidente, comentó: «Es algo que estaba buscando. Será totalmente nuevo para mí. Soy el tipo de personas que abraza las nuevas experiencias y nuevos desafíos. Solamente poder visitar un país distinto al mío y conocer a otras personas y su cultura… eso es algo que amo de mi mismo. Estaré interesado desde el día 1».
A partir del primer contacto ha ido creando una relación con el que será su director técnico, el español Richi González, bien conocido por sus numerosos períodos en distintos continentes. Espera que Brandon se muestre como el último año en DePaul «y ese es alguien que no tiene miedo, que es un motor y que está dispuesto a hacer lo que cueste para darle un triunfo al equipo».
Brandon Johnson pasó por tres universidades del circuito colegial más importante
Una particularidad en su carrera es que se transfirió dos veces en seis años. Comenzó en Western Michigan en 2016. Cursó dos temporadas siendo titular, pero cuando llegó la tercera debió pasar un año sin jugar por una lesión -haciendo uso de su año de Redshirt-.
Volvió más fuerte. Logró sus mejores cifras con 15.4 puntos, 8.1 rebotes, 1.0 tapones y un 33% de efectividad detrás del arco. Y fue momento de ir a una pecera más grande yendo a Minessota.
«La razón principal fue buscar más reconocimiento para mi nombre. Tuve una gran experiencia ahí, pero sentí que necesitaba jugar en un nivel de competencia más alto para hacerme más vendible para mi carrera profesional».
Siguió integrando el quinteto inicial la mayor parte de la campaña con 8.9 tantos por encuentro, cambiando de colores para su último capítulo universitario con la misma finalidad, agregado a que estaría cerca de su casa en Chicago. «Poder tener a mi familia y seres queridos en los juegos de local me dio confianza».
Cerró su vida colegial con los Demonios Azules dejando 10.5 unidades y 6.8 capturas sobre 33 minutos disputados por noche. La conferencia Big East fue dominada por Providence, seguidos de Villanova, Connecticut y Creighton, algunas de las instituciones de renombre contra las que se enfrentó.
No ha pensado en metas a futuro
«Sinceramente no he pensado en qué me puede deparar el futuro. Estoy muy concentrado en empezar mi primera experiencia profesional y tomar ventaja de esta oportunidad porque tengo excompañeros a los que les ha costado encontrar un destino los últimos años», contó Johnson. Y finalizó:
«Solo quiero estar seguro de capitalizar mi oportunidad y probarle a la organización y al equipo que no están tomando un riesgo trayéndome y que le daré todas las victorias que pueda».
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: Prensa DePaul