Clint Capela: otra forma de ser un pívot moderno

Clint Capela (26 años) tuvo un par de actuaciones más que destacables de manera consecutiva en las dos victorias de Atlanta Hawks, sobre Pistons y Timberwolves. Esta temporada debutó con su nuevo conjunto tras haberse lesionado el curso pasado, cuando llegó vía intercambio desde Houston.

Dobles dobles abultados y tapones por doquier

En el triunfo ante Detroit registró 27 puntos, 26 rebotes y 5 tapones. Números que nadie había alcanzado desde Shaquille O´neal en 2004, y en las últimas 35 campañas, solo Patrick Ewing, Hakeem Olajuwon y Dikembe Mutombo hicieron 25/5/5, además de Shaq y Clint. De otra época. La noche del viernes llevó su capacidad bloqueadora de tiros a un nuevo nivel, y completó su primer triple doble.

Contra Minnesota terminó con: 13 unidades, 19 capturas y 10 tapas. Cifras de un pívot de décadas anteriores, pero a su propio estilo. El suizo es el protector del aro indicado en Atlanta, y lo demuestra con regularidad.

Clint Capela: agilidad y sencillez

La mayoría de sus canastas vienen de pick&rolls. Cada velada se divierte bajando balones que le tira Trae Young, como lo hacía con Chris Paul James Harden en los Rockets. No es el centro clásico, casi extinto ya, que juega netamente de espaldas al aro y siempre está cerca de la pintura.

Sube permanentemente a hacer cortinas, generar espacios. Después, corriendo hacia la cesta, finaliza con volcadas o bandejas. Sirve de descarga para quienes ataquen el aro. Así, promedia 14 tantos por partido. Ofensivamente, su trabajo es recibir habilitaciones y concretar abajo.

En defensa muestra su facilidad atlética. Tampoco es ese pívot grande, lento, pesado, al contrario. Su versatilidad le permite hacer ayudas, cerrar penetraciones y servir de muralla cuando se adentran en la zona. Buen salto, gran timing, lo necesario para estorbar cada embestida rival.

Sin ser Nikola Jokic o Joel Embiid, ni lanzar de afuera -cero triples intentados en su carrera-, y menos dar asistencias extraordinarias, Clint Capela tiene su propio valor en la NBA. Uno que cada equipo quisiera gozar en sus filas. Su contrato acaba en 2023, no cobra más de 20 millones anuales y es un digno cumplidor en su rol. La pieza ideal para cualquier base estrella.

Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23

Foto: NBA

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