Este jueves, justo antes de acabar el 2021, llegó una positiva noticia más a este año del deporte venezolano, específicamente para el baloncesto: Cristian Montero estuvo presente como oficial de mesa en un partido de la NBA. El primero de su nacionalidad en formar parte de la liga como árbitro o estadístico.
Se dio en Florida durante el choque de Orlando Magic y Milwaukee Bucks, victoria de la visita 118-136. Luego de más de un año ejerciendo funciones en la G-League tuvo la oportunidad de hacerlo en la élite del básquet. Hablando con Sports Venezuela, el zuliano de 30 años cuenta cosas que le pasaron por la mente en el momento y un día más tarde.
«Anoche no lo podía creer, y dije ´bueno mañana es que lo voy a creer´. Pero cierro los ojos, veo lo que viví y todavía no lo puedo creer. Fueron tantos años que soñé con esto. Yo me acuerdo que acostado en mi cama en Maracaibo pensaba ´algún día…´
Cristian Montero está desde 2019 con los Lakeland Magic, filial de la franquicia NBA
Montero emigró en 2018 a Estados Unidos con una maleta cargada de experiencias: LPB, Pre-mundiales e incontables horas en las canchas de Maracaibo para «sacar» juegos de categorías menores por toda la ciudad. Además, una formación valiosa que le hizo aterrizar aún más preparado que un oficial común:
«En Venezuela se les entrena a los oficiales de mesa para que puedan hacer todo (anotar, cronometrar, operador de 24 segundos y estadística). Eso no pasa acá. Se especializan en lo que saben hacer y lo hacen por el resto de sus vidas».
Para 2019 consigue una oferta y comienza en la liga de desarrollo. De ahí no ha parado, aunque aclara que no es su fuente de ingreso principal porque «no se puede vivir de esto». Un circuito que disputó Garly Sojo con Capitanes CDMX en 2021 sin que pudieran coincidir sobre la pista, desafortunadamente.
«De Venezuela traje todo el conocimiento que me sirvió de carta de presentación para que me contrataran. Pero aquí es otra cosa. El programa es distinto y trabajar en otro idioma en algo que amerita tanta comunicación es complicado. La G-League es la liga más rápida de Estados Unidos«, comenta sobre cómo le sirvió este tiempo trabajando en los compromisos de local de Lakeland, agregando que en cierto punto el Magic-Bucks se le hizo tranquilo porque no era tan fugaz comparado a los que venía haciendo.
Primero como suplente, luego de oficial en el juego del Magic
Estos conjuntos se enfrentaron a doble duelo, martes y jueves. El primer día lo llamaron como suplente por la polivalencia de saber de estadística y llevar el «24», esto último lo manejó en la burbuja de la G League de hace un año, sin requerir de él. Sin embargo, el día siguiente le avisaron que lo necesitarían para el segundo encuentro contra los campeones reinantes de la NBA.
Su labor constó de integrar un cuarteto encargado de los números: mientras un par se ayudan para registrar los individuales (puntos, asistencias, bloqueos…), Cristian escribe qué tipo de acción ocurrió (tiro en suspensión, bandeja, clase de falta…).
Recuerda de sus tiempos en los tabloncillos nacionales, poco similar a esta nueva etapa de su carrera: «Después que uno está en el Pedro Elías Belisario Aponte y se prendió con botellas, hielos, cervezas, sillas volando… después que pasas por eso y estás en un nivel NBA o G-League, esto es fácil».
Más allá de las estrellas a las que vio desempeñarse en primera fila, entre ellas Giannis Antetokounmpo y Khris Middleton, destaca el placer de rodearse con jueces de la talla de Ed Malloy, «legendario» en la asosiación, y que fuera tan agradable conversar con esos profesionales.
A seguir en Lakeland y aguardar…
De momento no tiene claro si seguirá siendo tomado en cuenta para las citas en el mejor básquetbol del mundo, sí posee contrato con la franquicia para continuar en la G League, próxima a reanudarse luego de ser suspendida por la cantidad de «call-ups» que han habido las jornadas recientes debido a las múltiples bajas en los planteles.
«Cuando no estoy pensando en estadísticas estoy viendo los árbitros. Cómo se mueven, lo que sancionan, cómo marcan. Ojo, aún lo amo. A veces llego a mi casa a las 10 de la noche y me pongo a ver uno en California que acaba de empezar, mi esposa me dice ´¿Pero no acabas de llegar de un juego de básquetbol?´ Estoy más pendiente del aspecto técnico. Nos pasa a todos», explica de cómo ha cambiado la forma en la que disfruta el deporte de los gigantes tras más de una década dedicándose a esta rama.
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: Cortesía