Pese a ser una cantera inagotable de talento y una potencia mundial en el baloncesto, solo un club serbio logró alzar la Euroliga. Fue Partizan, en la edición de 1991/92, enfrentándose a las condiciones más adversas. Una epopeya en medio de la Guerra de los Balcanes.
Esa Guerra de los Balcanes, que se alargó por ocho años entre 1991 y 1999, convirtió a Yugoslavia Comunista en siete repúblicas independientes, con conflictos sangrientos en diferentes regiones de ese extinto país.En medio estaba el deporte. Partizan, campeón de la liga de baloncesto, debía representar a ese agonizante nación en la Euroliga.
El contexto no era para nada favorable en Belgrado, lugar en el que iban a jugar sus partidos de local. Pero FIBA no garantizaba la seguridad para los jugadores y localizó a este club en Fuenlabrada, una localidad española. Mientras que a Jugoplastika Split, vigente campeón del torneo, tuvo que disputar sus compromisos en La Coruña.
El conjunto serbio era una plantilla muy joven. Tanto en sus referentes en pista, Sasa Djordjevic y Pedrag Danilovic, como en su director técnico: Un inexperto Zeljko Obradovic, que comenzaría una exitosa labor al frente de los banquillos europeos.
El Partizan de Fuenlabrada
Los habitantes de Fuenlabrada adoptaron al equipo como propio. Ese apoyo sirvió para clasificarse en la cuarta posición de su grupo con récord de 9-4. Así se metían entre los ocho mejores del torneo. Sin embargo ahora debían dar cuenta de Kinder Bologna, en una época en la que los combinados italianos dominaban el viejo continente.
En cuartos de Final los inexpertos balcánicos superaron al poderosos club italiano y se instalaron en el Final Four que se llevaría a cabo en Estambul. Ya la sorpresa era mayúscula para un país que estaba en Guerra y esperaba una alegría por medio del deporte.
Frente a 8.000 espectadores en una caldera turca, Pedrag Danilovic hizo uno de sus mejores partidos y con 22 puntos lideró una sorprendente victoria de Partizan sobre otro equipo italiano: Phillips Milano.
Ahora, contra todo pronóstico, estaban en la Final. Allí esperaba Juventut de Badalona, que tenía entre sus filas al histórico Jordi Villacampa. Fue un duelo parejo. A falta de casi nada para el cierre el quinteto español estaba listo para celebrar su primer título de Euroliga al estar arriba por 2 puntos. No obstante, apareció el héroe.
Se trataba de un joven 24 años llamado Aleksandar Djordjevic, quien marcado y cerca de perder el balón en la línea de costado se elevó para lanzar un milagroso triple que hizo celebrar a todas las personas en Belgrado, Serbia y Fuenlabrada. El Partizán era campeón de Europa.
Aquella fue una gesta que no se ha vuelto a repetir, todos esos jóvenes serían grandes jugadores tanto en su selección como en los clubes. Djordjevic fue campeón con Real Madrid y Pedrag Danilovic pasó por Italia y la NBA. Ambos serían pieza fundamental de la selección que dominó Europa y el Mundo en los 90. Mientras tanto, Obradovic ganó otros ocho trofeos de Euroliga, primero con Real Madrid, luego con Panathinaikos y Fenerbahce.
Fue una historia de exilio que acabó bien. Con el baloncesto le llevaron alegría a su golpeado país, que por motivos étnicos, religiosos y políticos dejó de existir en tiempo récord.
Texto: Alejandro Jesús Fernández / @AlejoFer1398
Foto: El País