Vimos debutar a Centauros de Portuguesa y la impresión fue más que grata: con una plantilla corta combatieron ante el poderoso Spartans Distrito Capital. En aquella fecha no jugó Kelvin «Pollito» Peña. Imaginamos que él sería de gran ayuda, pero quizás no al punto de potenciar al equipo a un nivel de campeonato. Y con 40 años lo está haciendo.
Ante Bucaneros de La Guaira dio una cátedra de cómo hacer jugar bien a su equipo, involucrando a sus compañeros, y además brillar personalmente. Puntos y asistencias, todo en uno.
Pibe de 40
Kelvin Peña es otro «pibe de 40», designación que en el baloncesto se volvió popular para referirse a Manu Ginóbili en sus últimos bailes sobre el parqué. La velocidad que perdió en las piernas la ganó en la mente. El ritmo que quizás no tiene lo tendrá con el pasar de los partidos. Los rivales deberían estar asustados.
El «Pollito» rápidamente se posicionó como líder en asistencias del circuito, con 7.3 por compromiso. Él era la pieza que le faltaba a un rompecabezas excelente. La guinda al pastel, si deseamos caer en otro lugar relativamente común.
Cuatro victorias seguidas suman los dirigidos por Óscar Silva, dos ante los grandes favoritos previo al inicio de la Superliga: Supersónicos de Miranda y los ya mencionados Bucaneros. Y por supuesto, el único partido que perdieron lo pudieron haber ganado teniendo a Peña en sus filas.
El mensaje fue recibido. Centauros de Portuguesa es un equipo de obreros, sí, pero que cuando quieren pueden ser estrellas. Y nada tan peligroso como eso; guardando las comparaciones, pregúntenle al Miami Heat hasta dónde llegó este año.
Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF.
Foto: Superliga de Baloncesto.