Miami Heat: carácter y mentalidad de campeón

El Miami Heat clasificó a las Finales de la NBA tras batir a los Celtics en seis juegos. Muy pocos apostaron que el camino de los dirigidos por Erik Spoelstra sería tan largo en esta temporada… a excepción de ellos. Desde el inicio se mostraron capaces de superar a cualquier rival, prueba de ello fue su victoria en la primera semana de la campaña sobre Milwaukee. Una de las claves ha sido el carácter con el que todos, sin salvedad, juegan.

La estructura ejemplar del Miami Heat

Pat Riley no se pierde un encuentro. Fue clave para la llegada de Jimmy Butler, y sus seis décadas presentes de alguna u otra forma en las finales de la NBA lo avalan como un ganador en todos los terrenos. “El Padrino” es el primero en dar el ejemplo al resto, el que está a la cabeza de la pirámide. Su sola presencia genera respeto y confianza a cada miembro de la franquicia.

Inmediatamente tenemos a Erik Spoelstra. Consolidado en el puesto de entrenador en jefe, después de haber pasado por muchas etapas dentro de la organización. Conoce al Miami Heat como la palma de su mano. Su conexión directa con Riley conforma una dupla perfecta. Y por si quedaban dudas, demostró que está capacitado no solo para llevar al éxito a su escuadra sin un LeBron James, sino para renovar una plantilla en tiempo récord y mantener la competitividad año tras año.

Dentro del grupo de jugadores continúa la “cadena de mando”. Se hizo viral la imagen de Udonis Haslem hablándole al resto durante un tiempo fuera en la serie ante Boston. El experimentado centro no es parte de la rotación, pero sí es parte fundamental en la formación del carácter de los demás. Él ya vivió sus mejores momentos como jugador: siendo campeón en la cancha; ahora, en su rol como mentor, está capacitando al resto con una perspectiva más cercana que la que puede tener el cuerpo técnico.

Luego, un líder nato como Jimmy Butler es la pieza que completa el rompecabezas. Sus compañeros se comprometieron con ser guiados por un hombre que meses atrás fue tildado de problemático, y no pueden arrepentirse. Butler dejó claro que es un competidor que a toda costa siempre buscará ganar. Y eso no puede cuestionarse jamás.

Química sin igual

El entendimiento en la cancha que ha tenido la plantilla ha servido como propulsor de semejante carácter. Todos conocen su rol a la perfección y trabajan en función de ello. Todos se apegan al plan preparado por el cuerpo técnico y no desisten por mal que le esté yendo en determinados momentos.

Una noche puede que, por ejemplo, Duncan Robinson anote 24 puntos, producto de 8 triples. Dos días después quizás solo anote 6 tantos, pero el rendimiento del equipo no necesariamente se verá en riesgo.
La prioridad la tiene el bien común, y comprendiendo dicha premisa, los jugadores naturalmente trabajarán o le darán mayor protagonismo a aquel que más fino esté en cada partido, sin importar su nombre.

Así, el Miami Heat ha conformado una estructura que no tiene fallos en ninguna parte. Algunos incluso catalogan esto como la “Cultura de Miami”, pero si no queremos ponernos tan románticos, simplemente digámosle mentalidad ganadora, de campeón.

Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF.
Foto: NBA.

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