El 14 de junio de 2010 el béisbol venezolano fue vÃctima de una gran pérdida. Esa fecha será recordada por muchos como el dÃa en que el ex pelotero, de tan loable trayectoria en el circuito, como lo fue Oscar Azócar, se despidió del plano terrenal.
El nacido en Soro, localidad del estado Sucre al oriente de Venezuela, y para entonces de 45 años de edad, sufrió un infarto fulminante al miocardio, de acuerdo con los estudios posteriores, y perdió la vida mientras se encontraba en su residencia ubicada en Valencia, estado Carabobo.
La noticia enlutó enseguida al deporte nacional, que sintió fuertemente su partida tratándose de un jugador que dejó bien marcada su huella en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), en la que militó por hasta 20 temporadas con cinco equipos diferentes.
Oscar Azócar y su palmarés
Entre los logros que consiguió Oscar Azócar en la LVBP aparecen los cuatro tÃtulos que logró siendo pieza importante en los tres primeros de ellos con el uniforme de Leones del Caracas (1986-1987/ 1987-1988 / 1989-1990) y el último, paradójicamente, con el de Navegantes del Magallanes en la contienda 1993-1994, precisamente frente a los melenudos.
Aunque sus primeras cuatro campañas en el circuito las cumplió como lanzador, desde que hizo la transición a bateador se convirtió en uno de los zurdos más temibles para los contrarios,. No porque se tratara de un bate de poder, sino de uno con capacidad para pegar una cantidad elevada de imparables y hacia todos los sectores del campo.
No en vano, Azócar aparece hoy en el séptimo peldaño entre los paleadores de la mano izquierda con más hits en los anales de la pelota venezolana. En total acumuló 795 en 801 juegos.
Su nombre también aparece entre los mejores productores en la historia al conseguir 355 carreras empujadas, cifra que solo es superada por las 483 de VÃctor Davalillo y las 402 de Luis Jiménez, en cuanto a bateadores siniestros refiere.
Esto sin contar, que defensivamente se estableció como uno de los primeras bases más seguros del torneo y eso lo llevó a conseguir un Guante de Oro tras la zafra 2000-2001, la segunda de las cuatro que cumplió con Tiburones de La Guaira.
Un inicio muy peculiar
Las andanzas de Oscar Azócar por los campos nacionales comenzó con el uniforme de Leones del Caracas. Aunque, de manera muy peculiar, lo hizo en la faceta de lanzador, en la que no brilló precisamente.
Con tan solo 18 calendarios vividos, los melenudos le dieron la oportunidad de debutar como profesional y en la temporada 1983-1984 trabajó 14 innings en 8 juegos. Las sensaciones que dejó fueron muy buenas al arrojar 1.29 de efectividad.
Dicho rendimiento lo llevaron a ganarse un puesto para el torneo siguiente en el que intervino en 18 encuentros, 1 de ellos como abridor y destacó al terminar invicto con récord de 3-0 y 3.09 en porcentaje de carreras limpias admitidas por juego.
Como serpentinero se mantuvo dos temporadas más. Pero sus cualidades ofensivas fueron tan buenas que optó por transformarse en un jardinero y la estrategia le resultó favorable.
Durante su primer certamen como bateador, el de 1987-1988, ligó para .291 de average, con 16 empujadas. Un año más tarde tuvo una mejora notable; tanto, que elevó considerablemente su promedio a .304 con 4 jonrones y 31 rayitas fletadas.
Un paso efÃmero por el Big Show
Esa última actuación en Venezuela pareció haberle abierto mejor los ojos a la organización de los Yankees de Nueva York, a la que pertenecÃa Azócar para entonces.
Convencidos de su capacidad para generar dividendos desde el plato, en la contienda de 1990 optaron para abrirle espacio en su equipo de Grandes Ligas y lo hicieron estrenarse con 25 primaveras. Sus frutos fueron 5 cuadrangulares, 19 impulsadas y .248 de average tras 214 turnos oficiales.
Insatisfechos los mulos lo dejaron ir y los Padres de San Diego se atrevieron a darle un nuevo chance para el campeonato de 1991.
En la primera experiencia con los curitas, en la que tuvo un papel secundario mayormente como bateador emergente, totalizó apenas 57 apariciones legales en el plato, en las que pegó 14 hits, solo dos dobles como extrabases, llevó a 9 compañeros a la registradora.
Una temporada después se ganó un poco más de tiempo de juego; sin embargo, no mejoró sus estadÃsticas, lo que llevaron a san Diego a ponerlo en libertad y desde entonces no volvió a aparecer en un terreno de Las Mayores.
Basta experiencia en el Caribe
Tras no poder conseguir otra oferta convincente en el sistema organizado de MLB, Oscar Azócar optó por llevar su talento a México y allá pudo establecerse como un pelotero regular.
Allá, en el torneo veraniego, llegó a participar en 8 temporadas, incluida la del 2000 cuando con los Guerreros de Oaxaca se erigió como el Jugador Más Valioso al culminar con un elevado promedio ofensivo de .377, con 15 vuelacercas y 89 remolques en 118 partidos disputados.
Además de los bélicos, el sucrense también vistió el uniforme de Charros de Jalisco, Petroleros de Poza Rica, Mayas de Chetumal, Rojos del Ãguila de Veracruz y Leones de Yucatán, siendo este el último equipo al que defendió en el extranjero.
Trayectoria en la pelota venezolana
En Venezuela, Azócar no solo fue integrante de Leones, Navegantes y Tiburones. Pues jugó de igual manera para Caribes de Oriente por un torneo, el de 1993-1994, y para Tigres de Aragua, conjunto con el que intervino en cuatro certámenes entre 1995 y 1999.
Tan alto fue considerado su aporte en el béisbol de la región, que en enero de 2010, 5 meses antes de su muerte, fue exaltado al Pabellón de la Fama del Caribe durante una ceremonia realizada en el Estadio Guatamare de Margarita, donde se llevaba a cabo la Serie del Caribe de esa temporada invernal.
Hoy, cuando se cumple exactamente una década de su desaparición fÃsica, muchos son los que lo recuerdan con admiración, con respeto y reconocen que se trató de un pelotero que dejó una huella imborrable.
Escrito por: Redacción Sports Venezuela
Foto: Tiburones de La Guaira