El Comerica Park abarrotado, Miguel Cabrera en la caja de bateo, las bases llenas y los Tigers con una ventaja de una carrera sobre los Yankees. Lucía como la última oportunidad para que el experimentado bateador consiga su hit 3.000 de por vida en las Grandes Ligas durante la jornada del 21 de abril, por lo que el boleto intencional que solicitó Aaron Boone apagó los gritos de los entusiastas.
Rápidamente se convirtieron en abucheos. Los fanáticos en Detroit rechazaron a toda costa la decisión del piloto de los Yankees y gritaron todo tipo de improperios. Ante eso, era obligatoria la pregunta a Boone de por qué le dio base por bolas a Cabrera en el noveno episodio.
“Me gustaba un poco más el duelo con el siguiente bateador”, explicó Boone a la periodista Marly Rivera. “Se trató de una decisión netamente de beisbol. Fue difícil. No se realizó el pitcheo que buscamos, pero no fue nada personal. Respetamos mucho a (Austin) Meadows, aunque pensábamos que lo podíamos dominar por tener un lanzador zurdo”.
Había muchas expectativas porque Miguel Cabrera soltara el incogible 3.000 de su carrera en la jornada del 21 de abril. Incluso había una canción especial para el momento y el pelotero confesó sentirse motivado por lograrlo ante los Yankees. Sin embargo, la decisión del piloto pospuso un evento que parecía estar destinado a suceder.
Incluso hasta la reacción de las redes sociales fue de incredulidad. La cuenta de Twitter de los Tigers mandó un mensaje de sorpresa y Aaron Boone se convirtió en tendencia mundial. No obstante, todo se trató de una decisión deportiva que, fue en contra del espectáculo.
“No tiene nada que ver con el momento. Solo era el duelo que buscábamos y no salió”, continuó Boone.
Miguel Cabrera tranquilizó a Detroit tras decisión de Aaron Boone
Puede sonar como un chiste, pero la llamada de Aaron Boone generó un clima hostil. Desde las gradas bajaban abucheos y todo tipo de insultos. A pesar de que Miguel Cabrera caminó con tranquilidad, desde el parque no podían creer que su ídolo debía esperar otro día para lograr la hazaña.
Tuvo que aparecer el propio Cabrera para aquietar todo. El jugador hizo señas al público que se calmara y recordarles que el equipo estaba a punto de conseguir otro triunfo. Además, que la decisión de Aaron Boone no funcionó y que Detroit pisara el plato de nuevo.
“Trato de salir y jugar mi mejor béisbol. Ayudar a los muchachos”, dijo Cabrera. “Sé que es mucha presión. Sé que hay muchos ojos sobre mí. Pero al mismo tiempo, estoy en una buena posición en este momento. Estoy feliz de estar aquí y espero que podamos ganar más juegos. Creo que eso es más importante. Si ganamos, creo que los números van a estar ahí”.
Este bateador, que recientemente cumplió 39 años, acaricia la gloria porque con un indiscutible más. Cuando lo consiga, el trigésimo tercero pelotero en la historia de las Grandes Ligas que consiguió 3.000 o más indiscutibles de por vida. Además, apenas el séptimo que acompañará esos hits con 500 jonrones. De paso, igualará la suma de un inmortal: el recordado puertorriqueño Roberto Clemente.
Escrito por: César Sequera Ramos|@CesarSequera11
Foto: Detroit Tigers