El estilo de juego de Ronald Acuña Jr., agresivo y audaz, es un sueño y una pesadilla para las organizaciones. Todos desean contar con una pieza aguerrida, que busque ganar a toda costa; pero al mismo tiempo, ese tipo de acciones libres de temor pueden llevar a lesiones que comprometan el futuro del jugador y de la novena, en especial cuando son tan talentosos como el venezolano.
Por ello, cuando Acuña Jr. se lastimó la rodilla derecha intentando hacer una jugada en los jardines en la temporada pasada, misma lesión que lo obligó a pasar por el quirófano y que no le permitirá regresar a un terreno de juego de la gran carpa hasta cuando menos el próximo mes, mucho se habló sobre la posibilidad de que el alto mando de los Bravos intentara tirar de las riendas a su retorno, con la finalidad de evitar una recaída.
Los más recientes campeones mundiales hicieron realidad esa creencia, al no permitir que el patrullero disputara ni un solo compromiso en el calendario primaveral del club. En su lugar, Acuña Jr. estuvo realizando otras actividades con los tráiners del equipo y viendo acción en el complejo de ligas menores.
A pesar de que el dos veces All-Star manifestó previamente su deseo de formar parte del lineup del club desde el mismo día inaugural, entiende que el conjunto tomara la decisión de jugarse sus cartas con cuidado en el proceso; sin embargo, eso no quiere decir que ha acatado cada una de las órdenes recibidas durante el spring.
«Ya he jugado y hasta he robado bases«, le dijo Acuña Jr. al reportero dominicano Yancen Pujols en una entrevista a través de Instagram. «El otro día me dijeron que simplemente saliera, bateara y corriera mis bases tranquilo, pero que no me deslizara. Al primer batazo me estaba tirando de cabeza en una de las bases».
El nativo de La Sabana asegura que no se trata de un acto de desobediencia, sino de vivir el calor del momento. Para el criollo, no hay otra forma de jugar.
«Después de que lo hice me dijeron que por qué y admití que se me olvidó«, continuó Acuña Jr.
Con miras a no tener que lidiar con pensamientos de qué puede hacer y qué no cuando regrese, el guardabosques señaló que si bien ya hizo las paces con la idea de no jugar con el equipo grande desde el arranque, no está dispuesto a cargar con limitaciones una vez que reciba la luz verde para volver.
«Si quieren que me pongan a jugar en agosto, pero sin restricciones. Yo quiero robar bases, quiero correr y si toca estrellarse contra la pared otra vez, pues lo hacemos», explicó.
El Novato del Año en la Liga Nacional en 2018 registró una línea ofensiva de .283/.394/.596, con 19 dobles, 24 jonrones y 52 remolcadas en sus 82 duelos de la contienda pasada, antes de sufrir la ruptura de ligamentos en su rodilla.
Directivos de los Bravos han informado que esperan contar con el venezolano nuevamente a comienzos de mayo, aunque para finales de este mes podría ver algunos turnos en las menores como bateador designado, siempre y cuando no haya ningún contratiempo en su rehabilitación.
Mantiene su deseo de jugar con Cardenales:
Por otro lado, Acuña Jr. también mencionó en la charla que su deseo es jugar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional este año, como una medida de preparación para el Clásico Mundial que tendrá lugar en la primavera de 2023.
No obstante, tal como señaló hace varios meses en sus redes sociales, el astro criollo no tiene pensado hacerlo con la divisa a la cual ha pertenecido durante toda su carrera como profesional hasta ahora: los Tiburones de La Guaira.
«Yo pertenezco a los Tiburones, pero no juego con los Tiburones«, indicó Acuña Jr. «Quiero que me cambien a los Cardenales, pero no sé qué ha pasado con eso. Si se concreta esa transacción, quiero uniformarme con ellos este año».
Las ganas del paleador de jugar con los pájaros rojos son tales, que también aseguró que ha sostenido conversaciones con José «Chato» Yépez, gerente deportivo de los larenses y coach de Atlanta, al respecto.
«Aquí tenemos al ‘Chato’ y le he preguntado varias veces que si va a hacer el cambio, pero siempre me sale con una diferente. Me dice que yo no voy a jugar, pero yo le respondo que si él hace el canje, yo me encargo de hablar con la gente aquí para que me dejen jugar por lo menos una semana. Y ya cuando esté uniformado, van a tener que ir hasta allá para sacarme», indicó Acuña Jr.
Hace algunos meses atrás, el guardabosques señaló en su cuenta de Instagram que una de las razones por las que quería ser movido de los Tiburones era porque la divisa no había creído lo suficiente en él en su momento. Sin embargo, en esta oportunidad, Acuña Jr. dijo que el deseo va ligado principalmente a que tiene un hogar en Barquisimeto y pasa la mayor parte de su tiempo en Venezuela en la «Ciudad Crepuscular».
«Tengo mi casa y siempre estoy entrenando en un complejo por allá. No puedo entrenar con el equipo como tal, porque formo parte de otra organización y no sería profesional, pero quiero jugar con Cardenales«, reiteró. «Este año la liga venezolana va a estar buena porque varios caballos van a querer jugar para estar a tono en el Clásico y si me cambian, yo también estaré allá. De lo contrario, lo veré desde las tribunas como siempre«.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.