Los Bravos anotaron la mayor cantidad de carreras en un encuentro desde que se mudaron a Atlanta en 1966. En 22 ocasiones pisaron el plato en el encuentro contra los Marlins de Miami y, como era de esperarse, Ronald Acuña fue uno de los que más se ensañó ante el pitcheo de los peces.
El jardinero, alineado nuevamente como primero en el orden y jardinero derecho, se embasó en cada oportunidad que se paró en el plato. Pero la nota alta fue la conexión que pegó en el quinto episodio, su décimo cuadrangular de la temporada.
This is the most runs the #Braves have scored in a game since moving to Atlanta in 1966! ?#ForTheA pic.twitter.com/DzosaUzDcP
— Atlanta Braves (@Braves) September 10, 2020
De acuerdo a mediciones de Statcast, el batazo contó las características acostumbradas de Acuña. La pelota salió del madero del criollo con una velocidad de 111.5 millas por hora y viajó 453 pies de distancia, el tercer jonrón más largo del venezolano en la actual campaña.
Con el estacazo, Ronald Acuña reforzó su acostumbrado papel: una pesadilla de los Marlins. De los 77 batazos de vuelta entera en su naciente carrera en las Grandes Ligas, 17 fueron ante los Marlins, un equipo contra el que tiene promedio de .316, OPS de 1.078 y 39 carreras remolcadas en 40 juegos de por vida.
En la paliza que propinaron los Bravos, Acuña negoció tres boletos y pisó el plato en cuatro ocasiones. Con ese rendimiento, subió su promedio de bateo a .280, con OPS de 1.073 en la actual temporada.
Pablo López salió vapuleado
Por segunda apertura consecutiva, Pablo López salió del compromiso tras ser bateado con solvencia por la ofensiva rival. El derecho concedió siete carreras en apenas 1.2 entradas de labor, por lo que su efectividad aumentó a 4.50.
López realizó 55 lanzamientos en el compromiso y, aunque 30 de ellos terminaron en la zona de strike, no tuvo comando. Le negociaron cuatro pasaportes en su corta presentación, quizás la peor de su carrera.
Escrito por: César Sequera Ramos
Foto> Braves
