A este punto, genera mucha curiosidad descubrir si la tendencia actual de Luis Arráez lo llevará a conectar cerca de los .500 puntos de promedio en septiembre. Con la forma en la que el average del venezolano ha ido elevándose desde el primer mes del vigente torneo, parecieran existir altas posibilidades de que así sea.
Luego de conectar para un más que respetable promedio de .273 puntos en abril, el camarero culminó mayo con .281 en el mismo renglón. En junio, Arráez se perdió las primeras dos semanas mientras se recuperaba de una lesión, pero regresó para disputar 13 compromisos y dejar su average del mes en .304.
En esa misma cantidad de juegos en lo que va de julio, el oriundo de San Felipe registra .362 puntos de promedio, gracias a 17 incogibles en 47 turnos oficiales con los Mellizos.
La «Regadera» ha ejercido un poco más de presión sobre el acelerador recientemente, pues luego de sacudir un par de hits en la faena dominical frente a los Tigres, ahora tiene cuando menos un inatrapable en nueve de sus 10 cotejos más recientes. En total, desde el 4 de julio, Arráez ha sacudido 16 imparables (.421 AVG).
De esos 10 choques, cinco fueron de múltiples cohetes, incluyendo dos de tres indiscutibles; sin embargo, la gran meta para el criollo ahora es intentar de encontrar los pasillos con más frecuencia, para así poder tomar bases adicionales. Sumando el doble que sonó ante el pitcheo de Detroit el domingo, solo tres de esos 16 cañonazos fueron extrabases.
Pequeños retoques pendientes:
Si bien ser una máquina de sencillos no es malo de ninguna forma en la que se le vea, Minnesota realmente podría beneficiarse de que Arráez consiga dar ese paso siguiente y visitar con más frecuencia la segunda y tercera almohadilla. En su año de estreno como ligamayorista en 2019, el joven toletero registró un slugging de .439, mismo que decayó a .402 durante la recortada zafra anterior y que va por .385 en 65 desafíos disputados en 2021.
Asimismo, a pesar de la gran cantidad de hits, el venezolano sigue trabajando en elevar su porcentaje de embasado a territorios más cercanos a los que rondó en su año de debut. En 2019, cuando su OBP finalizó en una extraordinaria cifra de .399, Arráez registró un tanto por ciento de boletos recibidos de 9.8%, pero bajó estrepitosamente hasta 6.6% en 2020.
En los poco más de tres meses de campeonato hasta ahora, la disciplina en el plato del paleador ha sido mucho más parecida a su versión de hace dos años, tal como lo demuestra su marca de 9.1% en el renglón de BB%. No obstante, su OBP (.365) sí coquetea más con lo cosechado en una contienda pasada (.364) que estuvo afectada por lesiones.
Con apenas 24 años de edad todavía, es perfectamente entendible que Arráez tenga aspectos de su juego por pulir, pero su capacidad de encontrar espacios vacíos para depositar la pelota, lo mantiene como un serio candidato a pelear por una corona de bateo en un futuro muy cercano.
Después de todo, con fallas y molestias físicas de por medio, el yaracuyano se ha rehusado a bajarse del potro de los .300 puntos de promedio en sus primeras dos campañas finalizadas en el máximo nivel. Tras cerrar con .334 de average en su año de estreno, ligó para .321 en 2020.
Previo a la jornada de este lunes, su promedio reflejaba un sólido .299; pero con esta tendencia de mes a mes que luce indetenible, no pareciera que la cadena esté en riesgo de romperse todavía.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Mellizos.