Son muchas las formas en las que un jugador puede ayudar a un equipo. Están las obvias y más importantes, como su desempeño en el terreno de juego y su habilidad de registrar números extraordinarios como los Vladimir Guerrero Jr., Shohei Ohtani y Gerrit Cole. Pero también hay un grupo de peloteros que, bien sea porque ya vieron pasar sus años mozos o por cualquiera otra razón, ofrecen un rendimiento más limitado en ese aspecto, aunque compensan en otros.
La figura de los jugadores veteranos, aquellos que conocen las andanzas por aquí y por allá, siempre son de gran alivio para los dirigentes, coaches y directivos de un club, porque por lo general suelen convertirse de inmediato en capitanes de sus respectivos clubhouses.
Cuando se trata de organizaciones con mucha sangre joven y en ascenso, ese puesto de representante de la experiencia cobra una importancia aún mayor. Por ello, la partida de Asdrúbal Cabrera no ha pasado por debajo de la mesa en los Cascabeles, a pesar de que tan solo han transcurrido algunas horas desde la misma.
El nativo de Puerto La Cruz, con 15 años de experiencia en el mejor beisbol del mundo, fue reclamado de waivers por los Rojos este pasado viernes, lo que le puso punto final a su pasantía de apenas 90 juegos con Arizona.
En ese lapso, el ambidiestro ligó para .244/.324/.392, con siete jonrones, 40 empujadas y un OPS de .716 puntos, por lo que su contribución al conjunto no se dio únicamente dentro del clubhouse; sin embargo, es posible que la divisa encuentre reemplazo para sus números eventualmente con algún otro pelotero, pero el vacío en el frasco de experiencia y liderazgo sí que podría tomar su tiempo en volver a llenarse.
Palabras del mandamás:
«Cabby significó mucho para este equipo«, le comentó el capataz de las serpientes, Torey Lovullo, a MLB.com recientemente. «Trajo consigo estabilidad en sus turnos y también en su defensa. Y detrás de cámaras, dentro del clubhouse, siempre estaba enseñando y buscando oportunidades que nos hicieran mejorar. Sus conversaciones con veteranos y jóvenes. Lo vamos a extrañar».
Después de varias temporadas con los Indios, Cabrera experimentó su primer cambio de organización en las mayores en 2014, cuando llegó a los Nacionales. De allí, el infielder se ha convertido en un verdadero trotamundos del beisbol, con paradas en Tampa Bay, Nueva York (Queens), Filadelfia, Texas, nuevamente Washington y Arizona.
Ahora, en Cincinnati, el criollo buscará aportar en un rol similar al que tuvo con los Cascabeles, aunque esta vez en un conjunto que tiene serias intenciones de meterse en la postemporada.
«Estamos añadiendo a un jugador que tiene mucha experiencia», señaló David Bell, estratega de los Rojos, sobre Cabrera. «Experiencia en grandes juegos y con grandes equipos. Además, tiene una tremenda reputación«.
Como el dos veces All-Star fue reclamado de waivers antes del primero de septiembre, no tiene ningún impedimento en el reglamento para jugar en los playoffs con su nueva organización, en caso de que en efecto lleguen a esa instancia.
«Realmente estamos muy contentos de sumar a un veterano, en especial con la posición que tenemos ahorita y hacia dónde nos dirigimos en este último mes», agregó Bell.
Y sí, los Rojos también esperan que Cabrera ayude en el campo, tal como lo ha hecho durante su larga trayectoria en la gran carpa; pero cuando las luces del estadio se apaguen, allí es cuando Cincinnati confía en que sacará los verdaderos frutos de esta adquisición.
«Es bueno tener a un ambidiestro. Es un elemento extra que te brinda opciones, en especial viniendo desde la banca. Te da más flexibilidad. El hecho de que pueda batear de los dos lados es importante, pero lo principal es su experiencia«, cerró el timonel.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía MLB.com.