Carlos Rivero retomó su nivel de productor élite

Las últimas dos campañas no habían sido las mejores para Carlos Rivero. Sus problemas ofensivos golpearon esa imagen de bateador regio e intimidante que se ganó a pulso con campañas descollantes en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), pero que habían quedado en el olvido tras flojos rendimientos.

En la 2018-2019, se mantuvo en el promedio. Aunque consiguió 30 carreras remolcadas, cifra respetable en Venezuela, su promedio de .274 con apenas siete dobles, fue una producción por debajo a lo que tenía acostumbrado. Para la campaña 2019-2020, tuvo su punto más bajo. Golpeó para .168 con siete carreras remolcadas durante 28 encuentros, estadísticas que dejaron en duda su continuidad con Cardenales de Lara.

Rivero perdió la titularidad en la tercera base y su aporte durante el bicampeonato de Cardenales se enfocó con el guante. Parecía que esos años de aquel toletero que pegó 15 jonrones en la zafra 2014-2015 eran parte del pasado.

Sin embargo, Carlos Rivero retomó esa faceta de bateador imponente para la 2020-2021. Volvió a ser ese jugador idóneo para la parte central de una alineación, en el que se ponen sobre sus hombres la responsabilidad de traer carreras al plato y mantenerse en las bases continuamente.

Actualmente, Rivero tiene el OPS de 1.076, el más alto de la LVBP. Consiguió ese primer puesto gracias a su porcentaje de embasado de .451, que elevó por negociar 12 boletos en 64 turnos al bate y un slugging de .625, que sería el más alto en su carrera.

En tan solo 20 encuentros, el antesalista de 32 años de edad ha pegado cinco vuelacercas, remolcado 18 compañeros y pisado el plato en 13 oportunidades. Se tratan de estadísticas para ser candidato al Jugador Más Valioso. Después de todo, gracias a ese rendimiento, los Cardenales se encuentran en el primer puesto de la División Occidental.

Carlos Rivero tiene el Regreso del Año en el bolsillo

Aunque Ronny Cedeño y Omar Bencomo Jr. se pelearon el Regreso del Año durante la primera mitad de la temporada, Carlos Rivero pasó por la baranda, como se diría en el argot hípico. Pareciera que el pelotero de los Cardenales se apoderó del reconocimiento en base a batazos y rayitas fletadas.

Además de su liderato en OPS, que serían razones suficientes, Rivero es séptimo en remolcadas. También primero en cuadrangulares y slugging, por lo que no hay un madero más peligroso que el suyo en la LVBP.

Tras una campaña como la de 2019-2020 en la que se puso en duda su permanencia en el equipo, Rivero encaja perfectamente en los requisitos para optar por el premio. Gracias a su actuación, debería ganarlo sin problemas.

Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33

Foto: Cardenales de Lara

Botón volver arriba